Los cuatro empleados de la estación invernal de Formigal implicados en un atraco para apoderarse de la recaudación del día trataron, ante el tribunal de la Audiencia de Huesca que les juzga desde ayer, de minimizar su participación y de responsabilizar a los otros.

Los acusados, para cada uno de los cuales la fiscalía solicita penas que suman 14 años de prisión, se han sentado en el banquillo para relatar versiones diferentes de lo ocurrido el día del asalto, a primeras horas de la mañana del 24 de febrero del año pasado.

Esa jornada, el coche en el que viajaba el contable de la entidad con los más de 30.000 euros recaudados días atrás, que conducía uno de los acusados, fue asaltado por dos personas que esperaban junto a un aparcamiento, una de las cuales portaba una pistola simulada.

En esas fechas, todos los acusados vivían en el domicilio de uno de los acusados en Sabiñánigo, donde presuntamente se fraguó el plan de perpetrar el robo.

Christian G. S., de 31 años, admitió que un día antes de los hechos su compañero Guillermo S. A. le propuso participar en el robo y explicó que decidió participar porque habían amenazado a miembros de su familia por una deuda suya de juego que ascendía a 5.000 euros.

Señaló a renglón seguido, sin embargo, que pensaba que el atraco era un "simulacro" o un "paripé", y llegó a apuntar que desconocía si el contable que fue asaltado formaba parte de la trama. El resto negó cualquier participación en los hechos.

En su declaración, el contable de la estación admitió que pasó "mucho miedo" durante el tiempo de duración del atraco, que no pudo impedir a pesar de que pidió a Guillermo S. A. que no detuviera el vehículo junto a las personas que finalmente perpetraron el robo.