El pirateo de las tarjetas bus de Zaragoza sigue siendo un grave problema para la empresa que se encarga de la explotación del servicio público, Avanza, que lleva meses bloqueando aquellas en las que se verifica que la recarga realizada no es legal. Y lo que les queda porque solo desde el pasado mes de febrero se han invalidado otras 5.377, que se suman a la larga lista que se acumulan desde mayo del 2019, cuando EL PERIÓDICO destapó este fraude masivo. Una práctica muy extendida entre los jóvenes (y no tan jóvenes) que puede acabar en los juzgados, porque los usuarios que pillan los revisores haciendo un uso ilícito de la misma son denunciados.

Esta historia lleva más de un año coleando y sin resolverse. Expertos consultados por este periódico han explicado en más de una ocasión que el problema radica en el sistema utilizado, muy vulnerable. Sin embargo, desde la empresa, y también desde el consistorio, consideran que todos los dispositivos pueden ser pirateados, por lo que desde Avanza decidieron intensificar las labores de control a través de un sistema informático que mediante un algoritmo detecta si la tarjeta es fraudulenta.

Según informó la empresa Avanza Zaragoza, de las 5.377 tarjetas incluidas en la llamada «lista negra» en los últimos cuatro meses, 2.382 son de bus, también usadas en el tranvía, y 1.995 corresponden a la Lazo, y alguna Ciudadana aunque en este caso es más complicado y arriesgado hackearlas porque es nominativa. Llama la atención, no obstante, el número de Lazos pirateadas porque hasta principios de año apenas eran unas 200. Desde la concejalía de Innovación y Empleo tienen desarrollado otro sistema de seguridad que les permite averiguar en 48 horas si se ha pirateado cualquiera de las dos tarjetas municipales y que, en el momento en el que se detecta, se bloquea el dispositivo.

UN CHOLLO CON JUICIO / Este chollo para muchos, que con una simple aplicación móvil pueden aumentar el saldo sin pudor, le ha supuesto a las arcas municipales más de 17.000 euros. Esta era la cifra que se baraja en febrero, antes de la pandemia, y de que se redujese en marzo hasta un 90% el número de usuarios en el transporte.

El comportamiento ha ido variando con el tiempo. Cuando empezó a compartirse esta aplicación móvil, las recargas ilícitas rondaban los 50 euros y se llegaron a superar los 100 euros. Cuando se destapó el fraude los piratas se mostraron más cautos y rebajaron las cuantías a 10 o 15 euros, una cifra que, en teoría, no haría sospechar a los revisores pero que sí detecta el sistema informático de control.

Se trata de un acto delictivo de estafa y por ahora ya son seis las sentencias al respecto, pero no serán las únicas. Dos corresponden al 2019 y cuatro a este ejercicio. Avanza ha sido la parte denunciante en dos ocasiones y la empresa del urbos 3, la Sociedad Mixta Lo Tranvías, en cuatro.

Desde la concesionaria del bus detallan que el fallo ha sido condenatorio por un delito de estafa leve con pago de sanciones y/o multas más las costas procesales, salvo en una de ellas que sentenciaron la realización de actividades de concienciación.