Nada se salió del guión previsto para el encuentro de ayer entre Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA) y la conductora despedida. La reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) no superó los cinco minutos. El resultado fue el de siempre: sin acuerdo y lejos de alcanzarlo.

La exconductora Natalia Montejo despedida por haber sufrido reiteradas bajas en el último año, explicó que fue el abogado de la concesionaria el que acudió al SAMA. "Se limitó a decir que no había acuerdo", dijo. "Costó más redactar el acta que la negociación", apuntó. Ahora tendrá que esperar a ver cuál es el siguiente paso que sus abogados deciden tomar.

Durante el encuentro en el SAMA una veintena de compañeros de la empresa se concentraron frente a las oficinas, en el edificio Trovador. El presidente del comité de empresa, Javier Anadón, criticó que no se presentara la contrata.

Criticó al Ayuntamiento de Zaragoza que calificó de "hipócrita". Según el representante de los trabajadores, el problema del incumplimiento de las frecuencias radica en el consistorio ya que son los técnicos municipales los que aprueban los cuadros de marchas que, para los trabajadores, son "muy ajustados" y repercuten en el incumplimiento de los tiempos.

Para Anadón es "un doble juego" el que hace el consistorio. "Tenemos menos tiempo para hacer el mismo recorrido y menos vehículos", explicó. "La contrata hace los cuadros y el ayuntamiento les da el visto bueno y no les obliga a modificarlos a sabiendas de que no se cumplen". En cambio, dijo, "le ponen una multa por incumplimiento".

La solución a todos los males pasa por la "municipalización" del servicio. "El ayuntamiento ha amenazado varias veces con hacerlo pero no sabemos si lo hace con la boca pequeña".

Las concentraciones del 20 y 27 de agosto se mantienen. Igual que el calendario de septiembre en el que habrá asambleas y un referendo en el que los trabajadores tendrán que decidir si realizan los paros parciales.