En realidad, el capítulo fundamental de las sanciones con las que se está penalizando a AUZSA se corresponden con incumplimientos en los criterios de calidad. El grueso de las sanciones se debe a que el sistema que mide las frecuencias de los buses todavía no ha sido validado por el servicio de Movilidad. Por este motivo, se interpone a la empresa la sanción máxima.