La dirección de FCC Medio Ambiente y la mayoría del comité de empresa, representada por USO, CCOO, CSI-F y el sindicato Independiente, han firmado hoy el nuevo convenio del servicio de limpieza viaria y recogida de basuras de Zaragoza, que afecta a más de un millar de trabajadores y que estará vigente hasta 2020.

El acuerdo garantiza mejores condiciones de empleo, mayor estabilidad y la apertura a desempleados con dificultades de inserción, han informado fuentes de FCC en un comunicado, en el que recuerdan que los trabajadores respaldaron este convenio con una amplia mayoría que rozó el 80 % en un referéndum realizado el pasado 18 de enero.

El convenio refleja reivindicaciones sociales históricas y aboga por una mayor conciliación familiar, de modo que fija una jornada semanal de 36,69 horas, lo que implica que tendrán derecho a más sábados de descanso y podrán volver a su anterior sistema (mensual) de vacaciones sin que suponga una pérdida de poder adquisitivo.

Además, garantiza una bolsa de trabajo que al tiempo que permite nuevas contrataciones, de acuerdo a los retos en los que se inscribe la responsabilidad social corporativa del Grupo FCC, dará acceso a los trabajadores de fin de semana a contratos de jornada completa y a la transformación en indefinidos de más del 90 % de los contratos.

La contratación se va a dirigir a colectivos desfavorecidos facilitando el acceso al trabajo a parados de larga duración, minusválidos y personas con problemas de integración, según las citadas fuentes.

Desde FCC apuntan que el texto firmado se traduce en una mejora para el servicio de limpieza viaria y recogida de basuras de Zaragoza y destacan el carácter conciliador y la búsqueda de puntos de encuentro que ha predominado en la recta final de las negociaciones, que junto con el interés común y la buena fe e independencia de ambas partes, han permitido alcanzar un acuerdo que redunda en beneficio de los trabajadores y de los zaragozanos.

Por su parte, UGT justifica su negativa a firmar el acuerdo por la pérdida de derechos sociales que conlleva, la escasa subida salarial y la presión sufrida por los trabajadores para evitar la aplicación de una modificación de las condiciones laborales, que han tenido como resultado texto final "indigno".