La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales reconoce que en sus instalaciones no tiene espacio suficiente, lo que podría abrir las puertas a un traslado al campus del Actur, como ha propuesto el rectorado. Esta cuestión, que ha causado recelos entre parte del profesorado, será debatida el próximo lunes en el seno de la Junta de Facultad.

Ante las estrecheces que padece el centro, una comisión ha elaborado un análisis sobre el edificio que ahora ocupa (entre Gran Vía y la calle Doctor Cerrada) y su conclusión es que no reúne las condiciones adecuadas para garantizar un buen futuro a la facultad.

AMPLIACION IMPOSIBLE Según ha podido saber EL PERIODICO DE ARAGON, este informe se muestra optimista en cuanto a la posibilidad de ampliar aulas si se reforma la antigua capilla, pero considera que no hay alternativas para construir salas de informática y despachos.

La facultad confiaba hasta hace poco en aprovechar los terrenos abandonados del instituto anatómico forense Bastero Lerga, pero el Ayuntamiento de Zaragoza no accedió ni a cederlos ni a canjearlos, ya que quiere destinar este suelo a equipamientos sociales.

Abortada esta alternativa, el rectorado prefiere construir una nueva facultad en el Actur, junto con la Escuela de Empresariales y el resto de centros de ingeniería, y dedicar las instalaciones actuales a servicios administrativos, sobre todo teniendo en cuenta que a medio plazo el rectorado quiere instalarse en el Paraninfo, justo frente a la facultad.

Un traslado de esta envergadura no es sencillo (en la universidad siempre se recuerda el traslado frustrado de parte del campus de la plaza San Francisco por la oposición de buena parte del profesorado, que prefería ir andando a trabajar). Por eso, el decano de la facultad, Marcos Sanso, se mostró cauto y destacó que aunque se reconozca la carencia de espacio, "podría haber otras alternativas a la del campus del Actur".

El lunes, la Junta de Facultad estudiará el informe. La decisión debe tomarse con celeridad, ya que el rectorado quiere saber si debe incluir la construcción de una nueva sede en el plan de infraestructuras que está negociando con el Gobierno aragonés.