Aunque esperadas, las restricciones anunciadas este miércoles por el Gobierno de Aragón para trata de controlar y frenar la segunda oleada del coronavirus, han caído como un jarro de agua fría sobre los empresarios. Respaldan y asumen con resignación las medidas adoptadas, por considerar prioritario el frente sanitario, pero exigen al mismo tiempo que se pongan en marcha de forma urgente planes de ayuda que permitan paliar las pérdidas que provocarán, sobre todo en aquellos sectores que más directamente se están viendo afectados por esta crisis. CEOE Aragón mostró su apoyo a las decisiones aprobadas por la DGA. «Son medidas evidentemente costosas, tanto en términos sociales como económicos y empresariales, pero que están basadas en el empeoramiento de la situación sanitaria», apuntó esta organización en un comunicado.

Desde la patronal liderada por Ricardo Mur consideraron que mientras no se tenga bajo control la situación sanitaria, «va a ser imposible que se pueda recuperar, con garantías de seguridad y continuidad a futuro, la actividad económica, empresarial y social». Los efectos de esta crisis, agregaron, «nos están afectando de forma durísima en muchos casos».

De hecho, subrayaron que en las compañías el cumplimiento de las medidas impuestas en cada momento está siendo «escrupuloso». Por ello, precisaron que los contagios «no se están produciendo en el ámbito empresarial y laboral, sino muy mayoritariamente en el privado y familiar».

En este aspecto, CEOE Aragón hizo un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía, también en el ámbito privado, familiar y de ocio, puesto que «el objetivo común debe ser reducir la incidencia de la enfermedad, y, en consecuencia, poder recuperar la actividad económica y social».

Dado el fortísimo impacto económico de las medidas, la patronal aragonesa reclamó que «planes de ayudas urgentes y con suficiente dotación económica y temporal» para apoyar a los sectores que están sufriendo las mayores limitaciones de su actividad como son la hostelería, el comercio, la cultura, las actividades extraescolares y el ocio en general. Estos incentivos, remarcaron, «son indispensables para favorecer la viabilidad, supervivencia y empleos sustentados por estas empresas y sectores», remarcaron.

SECTORES MÁS AFECTADOS

Por su parte, la Cámara de Comercio de Zaragoza también expresó su apoyo a las medidas, pero alertó de la necesidad de poner en marcha un «plan de choque» para la restauración y la hotelería, por ser dos de los sectores más afectados por las nuevas restricciones. En este sentido, reclamó que se eleven y prorroguen los apoyos económicos a las empresas, pero también «conseguir que los trabajadores accedan a las ayudas y subsidios previstos».

La institución cameral considera fundamental tomar medidas que frenen la expansión del coronavirus al tiempo que abogó por mantener «toda la actividad económica posible en aquellas áreas que la situación permita». «Un freno en su recuperación supondría un agravamiento de la crisis», advirtió la entidad que preside Manuel Teruel.

Para Aurelio López de Hita, secretario general de Cepyme Aragón, «hay sectores que difícilmente van a poder levantar cabeza con esto», aunque dijo comprender la adopción de la medidas porque la cuestión sanitaria «es lo primero que hay que atender». Con las nuevas restricciones «llueve sobre mojado», apuntó, por la «delicada» situación que ya arrastran actividades como la hostelería, el comercio o el ocio desde que estalló la pandemia hace siete meses.

Estimó, de hecho, que van a cerrar un 30% de los negocios, si nada lo remedia, por lo que urgió la puesta en marcha de ayudas directas para las actividades más afectadas por la crisis.