En Aragón más de 300 mujeres son diagnosticadas de un cáncer ginecológico al año. 90 de ellas tienen cáncer de ovario. Una enfermedad que "suele detectarse demasiado avanzada", según afirman varios expertos médicos. Un chequeo o reconocimiento al año serían suficientes para evitar que este tipo de cáncer se extienda. Detectarlo a tiempo puede aumentar la esperanza de vida de la paciente.

Zaragoza cuenta desde hoy con la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO), que tiene como objetivo apoyar a mujeres afectadas por este cáncer. Han iniciado una campaña de concienciación para dar a conocer la importancia que tiene conocer los síntomas de la enfermedad y así "posibilitar un diagnostico precoz", según ha señalado la vicepresidenta de la misma, Soledad Bolea.

"El factor pronóstico más importante de este tipo de enfermedades es el estadio. Cuanto más precoz es, mayores son las posibilidades de curación", señaló el Dr. Ramón Lazón, ginecólogo y cirujano. "Detectar un tumor en el ovario en un estadio 1 supone un índice de supervivencia del 90%. En estadios más avanzados, como el 3 o 4, el porcentaje se reduce a un 25%", afirmó Lazón.

"Es importante que cualquier mujer se haga al menos una revisión ginecológica al año. Un cáncer de este tipo no es fácil detectarlo", advirtió Antonio Antón, Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Los síntomas más frecuentes son: aumento del perímetro abdominal, sensación de peso en el abdomen, dolor en la región pélvica o retenciones de orina. "Si se tiene alguno de estos síntomas, no quiere decir que sí o sí haya un cáncer. Para salir de dudas, habrá que ir a un ginecólogo", señaló Ramón Lazón.

La prevención es "la clave" para evitar a la que denominan "la enfermedad del asesino silencioso".