La oenegé Banco de Alimentos de Zaragoza ya tiene listas la memoria anual sobre la actividad solidaria que desarrollaron durante todo el año 2018. José Ignacio Alfaro es voluntario de la asociación y, al mismo tiempo, su presidente.

-¿Cuál es la valoración que se puede extraer de esta campaña del año 2018?

-Tenemos un objetivo de 500.000 kilos pero siempre nos quedamos en los 450.000. Se nota cierto cansancio de la gente, de los donantes, se nota un poquito que ya no hay crisis o que la gente se cree que no hay crisis.

-¿Y en comparación con años anteriores?

-Como ya participan todas las firmas y tiendas, no crecemos, creo que hemos llegado al límite.

-¿La gente se involucra en la labor de la entidad?

-Sí. La gran recogida no solo son esos dos días que recogemos comida y necesitamos 3.000 voluntarios. Después, estamos un mes y medio clasificando los alimentos y necesitamos ayuda.

-¿Qué opinión le merecen todos los voluntarios que os ofrecen su ayuda?

-Para quitarse el sombrero. El compromiso de los voluntarios es venir dos días a la semana y lo hacen con una alegría tremenda. La gente se vuelca y muchas personas nos dan las gracias porque se sienten satisfechos con el trabajo realizado.

-¿Se reciben ayudas económicas de las instituciones públicas?

-10.000 euros del Ayuntamiento de Zaragoza y lo que nos da el Fondo Social Europeo.

-¿Cuál ha sido su campaña más efectiva?

-Además de la Gran Recogida, lo hacemos en empresas que quieren colaborar. Hay tres más potentes que son en grandes supermercados, que las hacemos solamente en un mes y estamos muy contentos con las tres. Todo esto es por la generosidad de la gente y los aragoneses somos muy solidarios.

-Las personas atendidas se han reducido entre el año 2016 y el año 2018. ¿A qué se debe?

-Las personas se marchan a sus países, aunque sin embargo, las personas de origen africano se quedan aquí. Los presidentes de las asociaciones nos mandan una carta informando de esa noticia, y en general, siempre es buena noticia. La mala noticia sería ir a más.

-¿Qué espera de los próximos años?

-Lo ideal sería que los bancos desaparecieran. Nosotros como banco tendríamos que desaparecer, ya que eso significaría no ya no somos necesarios para la sociedad. Pero eso es una utopía. Sería una buena noticia para la sociedad que los bancos atienden a menos personas.

-Este año se está celebrando el aniversario de la entidad. 25 años al pie del cañón...

-Estamos muy contentos. Hicimos pequeños actos pero es lo único que podemos hacer.