Endesa ha finalizado los trabajos de adecuación tecnológica de ocho líneas de distribución que suministran energía a 20.000 clientes dependientes del nudo eléctrico de Romareda. La actuación, que ha contado con una inversión total de 160.000 euros, va a servir para aumentar la seguridad de las instalaciones, mejorar su operatividad y minimizar el tiempo de reposición en caso de incidencia, según informó ayer en un comunicado la compañia, que es la distribuidora de referencia (encargada de transportar la energía hasta el punto de consumo) del sistema eléctrico en Aragón.

Desde el punto de vista técnico, los trabajos han consistido en la instalación en la red de nuevos sistemas de protección, control y telemando. Los nuevos equipos permitirán disponer de una completa información sobre el comportamiento de las líneas, facilitando el análisis de incidencias que servirá de base para la adopción de medidas preventivas para evitar averías.

Los trabajos realizados forman parte del programa de mejora de instalaciones desarrollado anualmente por Endesa, con la finalidad de de consolidar la calidad de servicio y adaptarse a la evolución de la demanda.