Endesa quiere que las primeras placas solares del macroproyecto fotovoltaico que plantea instalar en el entorno de Andorrra ya estén operativas en el 2021. Así se lo comunicó ayer la eléctrica al alcalde de la villa minera, Antonio Amador, durante una reunión en la que la compañía desgranó de forma detallada el proyecto con el que quiere colaborar a la transición justa de la comarca y compensar el cierre de la térmica en junio del 2020. Con todo, aún se desconoce si los 1.000 megavatios (MW) de energías renovables que quedarán disponibles cuando la central eche el cierre los podrá desarrollar la propia Endesa o saldrán a libre concurrencia como propuso el pasado junio la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC).

El complejo fotovoltaico que ha diseñado la eléctrica, uno de los más grandes de Europa, plantea la construcción de plantas solares en Alcorisa, Alcañiz, Ariño, Calanda, Híjar y también en Andorra (en el entorno de la térmica). La compañía, que invertiría hasta 1.000 millones en total, ya está buscando terrenos con ese fin. De hecho, fuentes de Endesa indicaron ayer a este diario que los primeros 30 o 50 MW ya podrían estar conectados en el 2021, mientras que los 1.000 MW estarían operativos en el 2025.

De esta forma, habría tiempo para que otras empresas se asienten en la zona y compensen la pérdida de empleos que el cierre de la térmica va a generar en las subcontratas. Endesa ya ha dicho que priorizará a estos empleados en las labores de desmantelamiento de la central, en el que obviamente también trabajarán actuales operarios de la térmica.

Así, la intención de Endesa es solapar estas labores con el inicio de las obras de los distintos parques solares, que en total ocuparían hasta 2.500 hectáreas. Según las citadas fuentes, la construcción de todo el proyecto generaría a lo largo de los próximos cinco años una media de 400 empleos, mientras que, posteriormente, la explotación de las plantas solares crearían unos 70.

EL RECELO DE LA DGA

El Gobierno autonómico liderado por Javier Lambán ya ha reiterado en más de una ocasión que esos empleos son insuficientes para sustituir el hueco que va a dejar el carbón. El alcalde de Andorra reconoció que el proyecto de Endesa es «muy importante», pero indicó que tiene que venir acompañado «de algo más».

En este sentido, Amador indicó que Endesa se mostró abierto ayer a ceder, por ejemplo, la vía ferroviaria que une la térmica con el puerto de Tarragona o la infraestructura que permite subir el agua hasta la central. «También nos han dicho que colaborarían en el centro de innovación y formación en materia de renovables que quiere implantar la DGA y que ayudarían en lo que pudieran en atraer empresas a la zona», señaló Amador.

El malestar del Gobierno de Aragón con Endesa, a la que le pide un mayor compromiso, quedó de manifiesto el pasado mes de marzo, cuando planteó alegaciones al anteproyecto de ley de cambio climático y exigió que la subasta de esos 1.000 MW que quedarán libres se abra a otras empresas interesadas. Endesa ya ha reiterado que, según la ley de cambio climático nacional, la compañía «tiene prioridad» en esa adjudicación. La eléctrica recordó que el proyecto solar puede generar hasta 40 millones en impuestos y tasas en los citados municipios.