Endesa ha superado uno de los trámites necesarios para poder ejecutar, a partir del 30 de junio del 2020, el desmantelamiento de la central térmica de Andorra. El Ministerio de Transición Ecológica ha dado el visto bueno al informe de impacto ambiental presentado por la empresa para llevar a cabo este proyecto tras el cierre de la instalación. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este miércoles la resolución de la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental en la que se resuelve que no es necesario el sometimiento de esta actuación al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria, ya que «no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente».

Fuentes del ministerio precisaron que esta resolución no supone la autorización del desmantelamiento de la instalación, sino que se trata de un trámite ordinario más dentro del expediente de cierre de la central energética, que sigue su curso.

Este dictamen, emitido el pasado 27 de septiembre, valida así el documento ambiental presentado por la compañía para poder desmantelar esta gran instalación energética, aunque recoge una serie de medidas y condiciones para ejecutar el proyecto. En concreto, la eléctrica española solicitó el pasado 8 de enero al departamento dirigido por la ministra Teresa Riibera el inicio de la evaluación de impacto ambiental simplificada del proyecto el pasado 8 de enero.

Obras en siete zonas

La unidad de producción térmica de Teruel está dedicada a la generación de energía eléctrica a partir de carbón. Consta de tres grupos de generación iguales, con una capacidad total de producción de energía eléctrica de 1.101,4 megavatios (MW). Cada grupo dispone de caldera, turboalternador, torre de refrigeración y unidad de desulfuración. Completan la instalación el parque de carbones y caliza, el sistema de evacuación de cenizas, escorias y yesos, y una chimenea de 343 metros de altura para la evacuación de los gases de combustión. Los grupos uno y dos de la central entraron en funcionamiento en el 1979 y el tercero, en 1980.

El alcance del proyecto, según el documento ambiental, comprende actuaciones de desmantelamiento y demolición completas de todas las instalaciones ubicadas en el interior del recinto de la térmica.

La planificación de la obra se ha concebido en siete zonas diferenciadas que son turbinas, calderas, plantas desulfuración de gases, estructuras esbeltas, parque de carbones, edificios y estructuras varias y elementos singulares.