Una enfermera zaragozana será juzgada el próximo 10 de julio por haber consultado, presuntamente, el historial de una paciente, con la que rompió su anterior relación de amistad cuando esta se casó. Pese a que al ministerio público no le consta, inicialmente, que llegara a hacer uso de la información que consultó, la actividad sería constitutiva de un delito continuado de revelación de secretos por el que el fiscal pide tres años de prisión y otros seis de inhabilitación para ejercer.

Según el ministerio público, la acusada, que ya mantenía mala relación con la víctima, discutió con ella en marzo del 2017, tras un encuentro casual en la calle, y durante la pelea amenazó con revelar secretos sanitarios suyos y de sus familiares. La víctima comprobó luego que sí había habido accesos ajenos a su expediente médico, por lo que eleva la pena como acusación particular a tres años y ocho meses.