Las más de 20 profesionales de enfermería que han sido designadas para asistir a pacientes sospechosos de haber contraído ébola fueron elegidas por sorteo ante la falta de voluntarios. El hospital Royo Villanova de Zaragoza --que ha pasado a ser el centro único de referencia de Aragón para acoger a pacientes susceptibles de haber contraído el virus-- dio opción en primer lugar al personal de Medicina Interna que, por voluntad propia, aceptara formar parte del protocolo, pero no hubo voluntarias.

Así, la fórmula de elección pasó a ser el sorteo, lo que topó con el rechazo de algunas profesionales. "La forma de selección dio algún problema porque no hubo voluntarios de enfermería de Medicina Interna y tuvimos que optar por un sorteo que fue aceptado por unos, pero rechazado de forma momentánea por otros", confirmó el doctor Juan Carlos Ferrando, jefe de Servicio de Medicina Interna en el hospital Royo Villanova que aseguró, sin embargo, que esa oposición frontal que habría provocado algún plante inicial ha dejado paso ahora, en algunos casos, a una ligera "mejoría" en su estado de ánimo. Eso habría propiciado ya su incorporación a los grupos de trabajo aunque "todavía hay personas con las que se requiere un mayor esfuerzo", admitió Ferrando.

INQUIETUD La preocupación entre el personal sanitario continúa, aunque desde el hospital aseguran que ha disminuido respecto a la pasada semana. Entonces, las enfermeras del Royo destinadas a la asistencia a pacientes con ébola o sospechosos de haber sido contagiados, admitieron estar viviendo la situación con "angustia y estrés" y criticaron la forma de actuar de la Administración. "Sentimos que no se nos escucha. Se supone que nosotros somos el personal altamente cualificado y muy preparado, del que habla el Gobierno y los demás responsables, que tiene que ocuparse de la atención de los posibles casos de ébola", indicaron.

Ahora, desde que el hospital de San Gregorio fue señalado como único centro de referencia para estos casos, los profesionales dedican gran parte de su jornada a formación, focalizada, principalmente, en la colocación del Equipo de Protección Individual (EPI) y, sobre todo, su retirada. De hecho, la Administración ha procedido ya a la contratación de profesionales que suplirán al personal especializado en el protocolo de ébola y, de este modo, propiciar su dedicación exclusiva a formación. Así, se han contratado 12 enfermeras y otras tantas auxiliares de enfermería, así como dos médicos de Medicina Interna. Todos ellos han firmado un contrato eventual cuya duración estará en función del tiempo que se mantenga la actual situación --las autoridades sanitarias prevén que el pico máximo de contagios se alcance en diciembre--. En cualquier caso, fuentes del hospital no descartaron la posibilidad de acometer todavía más contrataciones.