La investigación contra el cáncer no tiene vacaciones. En concreto, en el Instituto de Ciencias de Aragón, los investigadores más jóvenes aprovechan la época estival para realizar prácticas o terminar sus proyectos finales de grado. Este es el caso de Eduardo Moreno, recien gradudado en biotecnología, que ha conseguido una beca financiada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para trabajar en la exploración de nanopartículas que se utilizan para el diagnóstico y el tratamiento de esta patología.

«Lo que intento es utilizar estas nanopartículas para detectar unas proteínas cancerosas en las células y descubrir el cáncer a tiempo para tratarlo», explica Moreno, que aunque lleva un mes con la beca de prácticas de verano, realizó su trabajo de fin de carrera en el laboratorio y centró su tema en la investigación en la batalla contra esta enfermedad.

Moreno forma parte del grupo Nanotecnología y Apoptosis en el que «la media de edad es muy joven», asegura.

Los estudiantes cada vez incrementan más su curiosidad por la investigación y deciden iniciarse en este tipo de proyectos que, como explica Moreno, «se aprende cómo es el día a día en el mundo de la investigación, cuál es el trabajo, los problemas y soluciones y las frustraciones y satisfaciones que pueden dar los resultados positivos o negativos».

Y es que este es uno de los puntos negativos, «no sabes si tu trabajo se va a aplicar a corto o largo plazo». El cáncer es una enfermedad compleja que «no va a recibir un tratamiento único, sino que al final se conseguirán aproximaciones, cada una más efectiva para un tipo u otro, pero lo que no soy capaz es de predecir en cuantos años», describe Moreno.

OPTIMISMO

Aun así, los jóvenes investigadores se muestran optimistas, «a los que estamos en el grupo nos gusta investigar y avanzar, siempre es motivador trabajar en un campo como este que puede llegar a tener una aplicación positiva en los pacientes», comenta.

Algunos tipos de cáncer disponen de terapias más avanzadas que otros, explican en este instituto. Uno de los problemas que critica el joven investigador es que «se publican muchas informaciones en prensa no especializada de resultados que todavía están en las primeras etapas y los resultados no son definitivos, lo que da lugar a dudas».

El objetivo que persiguen desde la Fundación Científica de AECC es fomentar la curiosidad en la investigación entre los más jóvenes estudiantes para tener grandes investigadores de cara al futuro.

Eduardo Moreno espera tener la posibilidad de seguir formándose en este ámbito y realizar el doctorado. Aunque no descarta la idea de trabajar en otras ciudades, asegura que «en Aragón hay medios para investigar y estoy a gusto aquí, hay buena ciencia y me gustaría continuar».

Moreno valora como muy positiva la investigación contra el cáncer en la comunidad, sin embargo «algunos de los grupos todavía tienen que lidiar con los limites de la financiación», asevera.