El ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, manifestó ayer que el enlace internacional del AVE Madrid-Barcelona con Francia estará en el 2009, cuatro años más tarde lo previsto. Cascos también arojó un jarro de agua fría a las pocas esperanzas que Gerona y Figueras tenían de verse conectadas con Barcelona a través del AVE en una fecha relativamente próxima. El ministro situó el calendario del tramo en el mismo saco que el enlace internacional, cuya concesión fue firmada ayer.

La primera planificación del AVE establecía la llegada a Perpiñán en el 2005. Hace tiempo que Fomento había admitido ya que no podría cumplir esos plazos, pero nunca, hasta ayer, había aceptado un retraso de cuatro años.

La entrada por primera vez del AVE en suelo francés se producirá el 17 de febrero de 2009. A partir de esa fecha se podrá viajar de Barcelona a Perpiñán con el AVE en sólo 50 minutos. Así figura en el contrato de la concesión del tramo Figueras-Perpiñán que ayer firmaron los gobiernos francés y español con el consorcio privado TP Ferro. Tanto Cascos como su homólogo francés, Gilles de Robien, apostaron con los periodistas que este calendario sí se cumplirá, aunque sólo se atrevieron a jugarse un café.

El nuevo calendario tiene en este caso un plus de credibilidad al depender de una concesionaria privada a la que le interesa arrancar cuanto antes para empezar a recuperar la inversión. TP Ferro está integrada por ACS y la francesa Eiffage.

Las obras comenzarán "en las próximas semanas con la instalación de los equipos a ambos lados de la frontera", según anunció uno de los responsables de la concesionaria. El contrato establece, además, duras sanciones económicas en caso de que las empresas se retrasen en la ejecución de las obras.

La tarea no es fácil. Hay que perforar un túnel, el de Le Perthus, que dispondrá de dos galerías paralelas de 8,3 kilómetros de longitud. La línea estará diseñada para una velocidad similar a la del AVE Madrid-Barcelona.

Los trenes podrán circular a más de 300 kilómetros por hora, con puntas de hasta 350. El puesto de control estará ubicado en Barcelona. El total del trayecto suma 44,4 kilómetros, 24,6 en territorio francés y 19,8 en español, e incluye la construcción de diez viaductos.