Un violento incendio forestal arrasó ayer en dos horas alrededor de 20 hectáreas de pinar en las proximidades del término municipal de El Buste (Zaragoza). El fuego, que se detectó pasadas las cinco y media de la tarde, creó una gran alarma debido al fuerte viento que azotaba la zona, por lo que se utilizó una ingente cantidad de medios y efectivos para controlarlo.

Según explicaron fuentes de la DGA, el incendio pudo nacer por una negligencia de una familia que disfrutaba de una barbacoa en el exterior de su casa. El aire pudo esparcir las chispas hacia el pinar, de gran valor medio ambiental, ya que los árboles poseen más de 50 años.

Las llamas se declararon en un paraje conocido como La Plana de El Buste, muy cerca de un parque eólico. Tal y como reconoció el director general de Medio Natural de la DGA, Alberto Contreras, hubo momentos "críticos" en los que el fuego se cruzó y avivó con fuerza, aunque no fue necesario diseñar un plan de evacuación para los pueblos más próximos.

"Estaba acongojado, porque había más de 500 hectáreas que podían arder con gran facilidad. El asunto pintaba muy mal al principio. Además, al principio el fuego parecía extenderse con total arbitrariedad. Sin ir más lejos, a mi lado se ha creado un pequeño fuego de unos 5 ó 6 metros cuadrados y hemos tenido que salir corriendo", declaró a este periódico el alcalde de Borja, Luis María Garriga. Así lo admitían también algunos de los bomberos desplazados a la zona.

La virulencia de las llamas obligó en algunos momentos a que los miembros de los retenes de extinción tuvieran que huir, aunque la rápida actuación de los hidroaviones ayudó a restablecer la situación.

El peligro que conllevaba el incendio obligó a movilizar todos los medios de que dispone el Comena en la provincia de Zaragoza. En concreto, se desplazaron cinco helicópteros: dos para el transporte de agua, con base en Brea y Ejea; dos para trasladar a la Brigada de Intervención Rápida Forestal de Daroca; y uno para coordinar la operación. También participaron dos hidroaviones de Zaragoza, pertenecientes al Ministerio de Medio Ambiente; un buldozer de Tauste; una autobomba de Borja; y otra con agua retardante procedente de Ejea, que se usó por primera vez en Aragón.

El dispositivo humano fue notable, ya que trabajaron bomberos profesionales y voluntarios de Tarazona, Borja, Calcena y Tierga, además de cuatro grupos terrestres de los alrededores y decenas de vecinos, que ayudaron a apagar las llamas con mantas y ramas. La masiva afluencia de ciudadanos incluso obligó al alcalde de Borja a frenar el ímpetu de los vecinos. "Llegaban tantos que hemos tenido que parar a algunos, porque podían estorbar a los especialistas"

UN TRABAJO EFICAZ La rapidez y gran coordinación de los servicios de extinción provocó las alabanzas de Garriga y del alcalde de El Buste, Andres Sanz, la primera persona en avisar al 112 de la propagación del incendio. A escasos metros de la ladera en la que se iniciaron las llamas y ya más calmados tras la tensión inicial, los alcaldes agradecían su trabajo a los técnicos de la DGA. "Si no llega a ser por los expertos y por que la tierra aún estaba húmeda de la última tormenta, habría sido una catástrofe", indicó Sanz.

A fin de evitar riesgos, una dotación de bomberos tenía previsto pasar la noche en la zona. Y para minimizar su cansancio, les prepararon 150 bocadillos.