Empieza por pequeños despistes y acaba por robarte todos los recuerdos, incluso, aquellos que tienen escasos minutos de vida. El alzhéimer afecta a unas 800.000 personas en España, 31.000 en Aragón. Varios son los ensayos que estudian cómo erradicar o ralentizar esta patología que roba los recuerdos matando las neuronas.

Es el caso del equipo de investigación del doctor Antonio Oliveros Cid. En el 2012 comenzó una novedosa investigación que se centra en entregarle al cuerpo las herramientas necesarias para combatir la enfermedad y que sea el propio cuerpo quien fabrique los anticuerpos necesarios. Como toda lucha, quedan restos de la batalla. En este caso sucedería lo mismo. El estudio, contempla limpiar las lesiones que se generan al luchar contra esta enfermedad en la que las neuronas mueren, lo que repercute en la pérdida de la memoria.

Técnicamente, el doctor Oliveros explicó que el ensayo consiste en "eliminar las placas amiloides y actuar sobre los ovillos neurofibrilares". Ambos procesos son diferentes pero están relacionados directamente. Si no eliminas uno, dará igual que lo hagas en el otro.

Reacción

Según explicó, "hasta ahora los tratamientos intentaban atacar al amiloide porque aparecía primero" dando el pistoletazo de salida a esta enfermedad. Es decir, trataban de hacer que el cerebro reaccionara contra las placas estimulándolo. Su eficacia, explicó, "no se ha demostrado" y la clave "está en lograr que desaparezcan" y no únicamente en atacarlas.

El ensayo, novedoso y multicéntrico que actualmente se está aplicando en dos personas en el Hospital Viamed Montecanal, que cuenta con financiación privada, está en su fase 3. Actualmente hay cinco personas seleccionadas y ocho preseleccionadas para participar en el mismo. Oliveros incidió en la necesidad de que los enfermos quieran participar para lograr seguir estudiando el camino que permita que el alzhéimer sí tenga cura e informó de que están "en fase de reclutamiento".

"Los pacientes acuden una vez al mes al hospital y les hacemos pruebas", explicó. La importancia del ensayo y su repercusión futura son de tal envergadura "que todo está medido para que no se escape ningún detalle", añadió. De media, por cada enfermo, se destinan entre 25.000 y 40.000 euros, pero su éxito puede cambiar la vida de muchas personas.