Cualquier historia en la profesión periodística pasa por «la entrevista», afirmó Esther Esteban, en el IV Congreso Internacional de Periodismo celebrado en Málaga, gracias a la Fundación Manuel Alcántara, los pasados 12 y 13 de enero. Constatar la relevancia y el interés por este género periodístico en la actualidad fueron sin duda los motivos por los que el encuentro malagueño quiso poner el foco este año en «la entrevista. Un género que viene demostrando su ductilidad y creatividad, tanto en la prensa digital, donde se apuesta más que nunca por lo dialógico y la interactividad, como en los medios audiovisuales. Esteban, que casualmente se estrenó en este género con una entrevista al Rey Juan Carlos en Mallorca, entiende que «la entrevista es el mejor género porque contiene todos los géneros». Y defendió y reiteró la absoluta importancia del proceso de documentación previo a la entrevista. «Si no te documentas, te ganan; siempre te ganan». Hay que repreguntar para tener «noticia».

Desde el ámbito digital, se recuperan formatos o se readaptan a las nuevas exigencias y públicos, como puso de manifiesto Ángel Villarino de El Confidencial. El periodista señaló que las apues el tas híbridas se comen a las entrevistas clásicas de pregunta-respuesta.

Formatos como seguir 24 horas a alguna personalidad con una hipótesis de partida que haya que comprobar; o también aquellas entrevistas que apuestan por la primera persona (reconstruir el relato como si fuera el propio entrevistado el que habla y conduce el discurso). Funcionan aquellas estructuras, apuntaba el periodista, "que cuenta una historia".

El veterano de La Contra de la Vanguardia, Víctor Amela, reforzaba esta tendencia al afirmar que todos «somos consumidores y fabricantes de relatos»; y fue más allá hasta afirmar de manera taxativa: «Solo existe una cosa: el relato. La realidad solo es comprensible si tiene una estructura de ficción». Cada uno de nosotros, explicaba Amela, es «un relato», el que «yo decido» como entrevistador. Y lo decido seleccionando las preguntas que voy a formular y ordenando las respuestas que me han facilitado para generar emoción.

Me esfuerzo por seleccionar lo mejor porque quiero conmocionar a mi lector. «Con cada entrevista, lector, quiero cambiarte la vida». Esta apuesta por el relato llevó a la periodista Anna Grau a establecer una división entre los fa náticos de los hechos y los fanáticos del relato. Y para Grau el género de la entrevista funciona como un reducto periodístico en donde el relato y la realidad se encuentran. Un relato que no es una licencia para mentir, sino que permite entrar en verdades subyacentes.

La periodista portuguesa Isabel Nery redundaba en la idea de entender la entrevista como un refugio, ya que no hay presupuesto para realizar reportajes. Un refugio en el que poder dar rienda suelta a todas las estrategias y recursos para realizar «el tipo de entrevista que deseo y necesito como lectora.