La salida forzosa del alférez Rubén Calle, instructor del caso del cura de Borja, acordada por el Ministerio del Interior sigue generando controversia. Mientras los vecinos de los 17 municipios de la comarca de Valdejalón esperan una marcha atrás de la Dirección General de la Guardia Civil, algunos de ellos ya han empezado a organizarse para dar las gracias por la labor de este miembro del Instituto Armado.

Es el caso de la localidad zaragozana de Épila que el próximo día 12 se reunirá en torno a una mesa para ello. El presidente de la plataforma Stop Robos Épila, José María Simón, aseguró que "aunque pueda parecer difícil, todos los estamentos del pueblo están muy unidos para demostrar a este agente lo satisfechos que están".

"La delincuencia en el municipio se ha reducido de forma muy importante gracias a sus operativos", resaltó Simón, mientras recalcaba que "su forma de tratar a los vecinos y a sus propios agentes consiguió que hubiera un clima propicio para que una víctima de robo tuviera la confianza de interponer una denuncia".

Asimismo, Simón se ha puesto en contacto con los ayuntamientos de la comarca para firmar una carta en la que demostrar públicamente su labor. Hasta ayer ha recibido la respuesta de cuatro consistorios, aunque espera que se sumen el resto.