La superpoblación de conejos en el término municipal de la localidad de Épila se ha hecho «insostenible» y el ayuntamiento se ha visto obligado a adoptar «medidas urgentes» para combatir la plaga de estos animales que están generado «muchos daños» en las tierras y cultivos. La opción, que ya está vigente hasta nueva orden, pasa ahora por el pago de 70 céntimos por cada unidad cazada con el fin de «incentivar la intensificación» del ejercicio de la caza mediante las modalidades permitidas en el plan anual.

El consistorio es el titular del coto de caza Z10150 y su alcalde, Jesús Bazán, fue quien propuso la idea de ofrecer esta cantidad económica. «Mantuvimos una reunión informativa y hubo un consenso absoluto. Llevamos años soportando esta situación y adoptando otro tipo de medidas, pero ninguna ha sido suficiente. Los miembros de las cooperativas y la Sociedad de Cazadores de Épila ven esta opción del pago con buenos ojos», explicó a este diario Bazán.

La caza se podrá llevar a cabo todos los días de la semana y, si hiciera falta, también podrá ser nocturna. «Si fuera necesario se pedirían los permisos pertinentes que determina el decreto en Aragón», dijo.

Según la notificación consistorial, para el supuesto de caza con hurón y escopeta podrán participar todos los cazadores, pertenezcan o no a la sociedad. Esta se realizará «obligatoriamente» en las parcelas que designe el guarda rural a las cuadrillas que, previamente, soliciten el oportuno permiso expedido para el desarrollo de la actividad cinegética. «La organización es más que nada para que no vayan por libre por según qué zonas y se puedan organizar por horas», explicó Bazán.

Asimismo, será imprescindible que los cazadores comuniquen al guarda el número de conejos atrapados al término de la jornada y, además, resultará necesario presentar el permiso previamente obtenido. Para proceder al pago se deberán mostrar las colas de los animales en la cooperativa San Pedro Arbués de Épila, donde se realizará el cuenteo de los mismos antes de abonar el dinero logrado.

Abandono de tierras / En el caso de la caza con escopeta y perro, esta se llevará a cabo «expresamente» por los socios del coto dentro del término y precisará de comunicación al guarda del resultado de la caza en cada jornada. También se tendrá que informar de la zona donde se ha desarrollado la actividad para realizar las comprobaciones oportunas.

«Hay agricultores que llevan muchos años sufriendo los efectos de los conejos en sus tierras y algunos se han planteado ya abandonarlas. Sufren pérdidas y es un verdadero problema», aseguró Bazán. Sobre la presencia de estos animales, el alcalde de Épila indicó que están «por todos los lados», pero sobre todo en zonas próximas a la autovía A-2 o a las vías del AVE. «Son lugares donde no se ha podido cazar y ahí han hecho su lugar de cobijo y reproducción», aseguró Bazán.

«A esta situación hemos llegado porque las medidas anteriormente adoptadas, como abrir el coto a gente de fuera del término para frenar la superpoblación, no han dado resultados. Creemos que con un incentivo económico y ante la gran cantidad de conejos que hay se puede sacar un beneficio económico que puede motivar», añadió el alcalde de Épila. «Nuestro único objetivo es estabilizar la población que, actualmente, no sabemos a cuánto asciende. El recuento de las colas nos ayudará también a poder determinar o hacernos una idea de cuántos animales hay en el término», añadió.