El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, ha explicado hoy las acciones puestas en marcha para intentar paliar el incremento de la inseguridad ciudadana en Épila (Zaragoza) detectada en los últimos años, y ha precisado que la Delegación del Gobierno está en contacto con el Ayuntamiento para estudiar la implantación de policía local en el municipio.

En la sesión de control al Gobierno del Pleno de las Cortes, el diputado de Ciudadanos Ramiro Domínguez ha preguntado al consejero por las medidas que está tomando el Gobierno de Aragón para atajar el incremento de actos vandálicos e inseguridad ciudadana que se están produciendo en municipios de la Comarca de Valdejalón, y especialmente en Épila.

Según ha explicado el diputado, en la zona hay un “déficit” de presencia de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que el consejero Guillén, a pesar de no tener competencias, debería hacer notar ante el Gobierno de España.

En Épila durante los últimos años se han incrementado los robos, las amenazas, los incendios a casas y vehículos e incluso en febrero de 2017 se produjo un asesinato. “Al final incluso no se va a poder vivir allí”, ha advertido Domínguez, quien ha alertado de que esta situación no es “la mejor bienvenida” que se puede dar a Bonárea cuando la empresa agroalimentaria se instale en el municipio.

Guillén ha pedido a Domínguez, en primer lugar, que no haga uso del “tremendismo”, porque eso no es buena ayuda para solucionar el problema, pero ha dicho que es “consciente” de lo que pasa en la comarca y en Épila en concreto.

Aunque el Ejecutivo autonómico no tiene competencias, ha intentado actuar desde la prevención con un programa piloto de trabajo con colectivos que pueden tener “cierta marginalidad” y generar “algún problema”.

Además, responsables del Gobierno aragonés se han reunido con miembros de la Delegación del Gobierno, que apuntan que se está hablando con el Ayuntamiento para implantar la policía local, de la que ahora se carece.

El cuartel de la Guardia Civil, por otro lado, funciona al cien por cien con los diez agentes destinados operativos, aunque Guillén ha reconocido que “otra cosa es” que debiera haber allí más personas destinadas.

Según los datos del Ejecutivo, el índice de criminalidad en Épila supera al de la media aragonesa pero sigue siendo inferior a la media nacional.