Un equipo de geólogos de la Universidad de Zaragoza ha vuelto a advertir de que tanto el embalse de Yesa como el de La Loteta, que forman parte del sistema de traída de aguas a la capital aragonesa, son sendos "fracasos hidráulicos que ponen en riesgo tanto el dinero público como la seguridad de poblaciones enteras situadas aguas abajo". La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), responsable de ambas obras, salió al paso de las críticas y asegura que ambos proyectos cumplen la normativa de seguridad, se encuentran en fase de realización y han s ido objeto de estudios exhaustivos que descartan los riesgos denunciados por los geólogos.

Este grupo de expertos críticos, dirigidos por Antonio Casas, que imparte clases de Geodinámica y Riesgos Geológicos, sostienen que, en el caso de La Loteta, el terreno elegido para el vaso está compuesto de yeso y sal gema, dos materiales solubles e inestables que, al disolverse y ceder, acabarán produciendo el hundimiento del fondo del pantano y de la misma presa.

"El lugar elegido para La Loteta es el peor que cabía imaginar", afirma Casas, que ha denunciado esta situación junto a sus colegas José Luis Simón, Andrés Pocoví y Óscar Pueyo. "Y no se trata de un problema nuevo, dado que el carácter inapropiado del suelo ya quedó reflejado en un mapa geotécnico realizado en 1973 por el Instituto Geológico y Minero", precisa. Respecto al recrecimiento de Yesa, Casas avisa de que, dado el "carácter inestable de la ladera derecha", donde ha sido preciso evacuar dos urbanizaciones, hay un peligro de "rotura o rebosamiento" de la futura presa.

DESPILFARRO Y NEGLIGENCIA

"No se puede actuar al margen de la geología del terreno", subraya el profesor universitario, que considera que ambas obras han sido un ejemplo despilfarro de fondos públicos y acusa de "negligencia" a los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) responsables de las obras y de su seguridad. Además, mantiene que un fallo en Yesa "podría llevar a que miles de personas acabasen ahogadas por una avenida de unas dimensiones hasta ahora desconocidas", en referencia a la cercana localidad navarra de Sangüesa.

Por su parte, la CHE desmintió punto por punto las acusaciones. "Es evidente la presencia de yesos en el valle medio del Ebro", donde se ha levantado la presa de La Loteta, reconoció un portavoz del organismo de cuenca. Pero se apresuró a precisar que "el perfeccionamiento de las técnicas de construcción", en concreto de las pantallas de impermeabilización mediante hidrofresado, permiten llevar a cabo en condiciones de seguridad una obra como la de La Loteta que hace varias décadas no hubiera sido posible.

En lo que concierne a Yesa, la confederación niega que se haya producido un deslizamiento de la ladera derecha. Señala que existió un "movimiento de ladera", con una extensión máxima de 30 centímetros, pero que, con las medidas de estabilización aplicadas, está paralizado en la actualidad, por lo que se avanza en el recrecimiento de la presa. Asimismo, la CHE considera "injusta, tendenciosa y creadora de una alarma social innecesaria" la afirmación según la cual existe el riesgo de que miles de personas mueran ahogadas.

El organismo de cuenca insiste en que tanto Yesa como La Loteta cumplen la normativa de seguridad y en que los dos embalses cuentan con sus respectivos planes de emergencias. Además, añade que no se pondrán en carga "hasta que las seguridad no esté garantizada".