El joven zaragozano que permanecía fugado desde el pasado 26 de marzo por, supuestamente, intentar matar a otro durante un enfrentamiento entre clanes de etnia gitana ya ha sido detenido. Había conseguido ocultarse en Deltebre (Tarragona), si bien los pasos que dio uno de sus familiares llevaron a destapar su paradero.

Fue en la comisaría local de la Policía en Tortosa a la que se acercó esta persona para realizar una serie de gestiones en nombre de otra persona de la que no quiso dar detalles. Sin embargo, según fuentes policiales, las respuestas incongruentes, el nerviosismo y el recelo a contestar a algunas de las preguntas llevaron a los agentes de la Policía a iniciar una investigación para tratar de esclarecer qué había detrás de todo ello. Tras multitud de gestiones, pudieron comprobar que la persona que fue a comisaría a realizar los trámites burocráticos lo hacía porque su familiar estaba reclamado por su participación en un homicidio en grado de tentativa en la capital aragonesa.

A partir de ahí se estableció un operativo de busca y captura contra B. J. O. que se desactivó, después de ser arrestado. Además de los numerosos antecedentes policiales, sobre él pesaba otra orden de arresto como presunto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas.

El joven de 24 años está ya en libertad provisional, después de pasar a disposición judicial. Allí el sospechoso negó los hechos que le imputa el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

Según pudo saber este diario, la tentativa de homicidio tuvo lugar a plena luz del día, el pasado 26 de marzo, en el parque de El Respeto de la capital aragonesa. Casualmente está localizado en las proximidades de la Ciudad de la Justicia. Allí, según estas mismas fuentes, se produjo un encontronazo entre el agresor y la víctima, quienes pertenecen a familias que tuvieron enfrentamientos en el pasado. En un momento dado, B. J. O. esgrimió, presuntamente, un cuchillo de grandes dimensiones y le asestó dos puñaladas en el estómago.

Los únicos testigos presentes en el parque fueron los miembros de ambas familias que tampoco quisieron aportar gran cantidad de datos, salvo quién había sido el autor. La investigación no se inició porque estas personas lo denunciaran ante el Cuerpo Nacional de Policía, sino porque los agentes fueron avisados por el centro hospitalario en el que la víctima ingresó en estado muy grave.