Sergio Muñoz es un vecino del barrio del Arrabal, y forma parte de la asociación de vecinos de este distrito situado en la margen izquierda del Ebro. El río Ebro es evidente que actualmente está sucio, con muchas algas fluviales, y es una situación que se repite con el paso de los años. Para él, como dicen en su barrio, «es la eterna lucha de limpiar el Ebro».
Con el paso de los años, la ribera del Ebro se ha ido deteriorando y parece que nadie se hace cargo: «Desde la Expo no se ha tocado nada, esto parece que está abandonado», expresó. Respecto a los miradores que hay instalados en la orilla del río, como el del Molino de San Lázaro, señaló que hay árboles que tapan visión y «estaría bien que los árboles secos se talaran».
Muñoz también se manifestó respecto a las irregularidades que presentan las baldosas de los caminos: «Esto así puede provocar lesiones», y lamentó que la arboleda de Macanaz «ya no es lo que era porque se han quitado árboles». También quiso expresar su opinión sobre las grietas que presenta el Puente de Piedra, achacando que los árboles que están arraigados a la base de los pilares que sostienen la estructura «no ayudan».
El presidente de la Asociación de Vecinos del Arrabal, Rafael Tejedor, también expresó su descontento. Criticó que estos últimos cuatro años hayan sido «muy apáticos» con el mantenimiento de las riberas, que FCC no había hecho «nada», que había mucha cantidad de algas que estaban «atrayendo a los mosquitos», y que las orillas tienen que ser «una conquista de los ciudadanos, no de los políticos».
Tejedor también manifestó que todos tienen que ser «conscientes de mantener lo que tenemos», y afirmó que aunque existió una partida de mantenimiento de los puentes, la hierba seguía creciendo y los árboles habían instalado sus raíces en el Puente de Piedra haciendo que «se desquebraje». «Que crezca hierba y nadie haga nada», criticó el presidente de la asociación vecinal.
Tejedor, recalcó que toda la inversión y el trabajo que se había realizado en la ribera del Ebro iba a quedar «esteril». Asimismo, manifestó que había que buscar un mantenimiento continuo de los puentes, permitir la accesibilidad de los vecinos y que puedan vivir «de cara al río». Según Tejedor, el río Ebro «tiene que ser la calle mayor de la ciudad», y el Puente de Piedra, su «antesala» hacia el Pilar, tiene que ser «un puente atractivo».