La presentación en el Patio de la Infanta, ayer, de la obra 25 años de ciudad se convirtió en un estimulante ejercicio de memoria histórica sobre la labor de los ayuntamientos democráticos que se han sucedido en la capital aragonesa en el último cuarto de siglo, desde el presidido por Ramón Sainz de Varanda hasta la corporación encabezada por Juan Alberto Belloch.

El acto, organizado por la Asociación de Exconcejales Democráticos en la sede zaragozana de Ibercaja, estuvo presidido por el exedil Luis García Nieto y asistió más de un centenar de personas, entre ellas numerosos concejales de todo el arco político (incluidos partidos como UCD y CDS), responsables de Ibercaja y la CAI, el exalcalde José Atarés o Jesús María Alemany, de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz.

"Es extraordinario ser concejal en una ciudad como Zaragoza", afirmó García Nieto, que desempeñó ese puesto ente 1979 y 1995 y actualmente es el presidente de la asociación de exediles. El socialista García Nieto glosó 25 años de ciudad , una obra coral en la que han colaborado con sus artículos 65 personalidades, desde Marcelino Iglesias, presidente autonómico, hasta el arquitecto municipal Ricardo Usón, además de numerosos exediles y representantes del mundo de la empresa, los sindicatos y la educación.

"Es un orgullo que los ciudadanos te voten para que hagas cosas, para que diseñes plazas en las que luego ves crecer los árboles", subrayó García-Nieto, para quien "la política es un oficio artesanal en el que te pagan para que conviertas los proyectos en realidad".

García-Nieto, que insistió en que los colaboradores de la obra abogan por "una segunda descentralización", marcó el tono optimista de la celebración.

"Si no llega a ser por el talante del Ayuntamiento de Zaragoza, la sociedad zaragozana no estaría tan avanzada como lo está ahora", manifestó Santiago Palazón, que fue concejal del PP entre 1987 y 1991 y ha retenido de aquella época "ese clima humano tan especial, de trabajar por la ciudad por encima de las diferencias ideológicas".

"En estos últimos 25 años, Zaragoza ha vivido una impresionante evolución cultural y urbanística", señaló, por su parte, Rosa Borraz, actual concejal de Cultura.

Jesús María Alemany recurrió a una frase del profesor Aranguren, recogida en el libro, para glosar el significado del tiempo político transcurrido desde las primeras elecciones democráticas hasta la actualidad: "En democracia --citó textualmente-- lo importante no es votar, sino participar". "Y en ésas estamos", añadió.

Entre el público podían verse a exconcejales como Rafael de Miguel (CDS), Joaquín Guerrero, Emilio Eiroa (también expresidente de Aragón), Manuel Serrano Bonafonte (PAR), Santiago Vallés (PSOE), Jesús Soriano (UCD) o José Manuel Díaz, que empezó en el CDS y hoy milita en Chunta Aragonesista.

Miguel Angel Loriente, que viró desde el PCE hasta el PSOE entre 1980 y 1991, matizó ligeramente el optimismo generalizado en el balance de los cinco lustros democráticos. "Para mí, la etapa de concejal fue la más dura de mi vida", comentó. "Cuando ocupas un puesto en un ayuntamiento --explicó--, te das cuenta del abismo que a veces existe entre lo que te propones hacer y lo que realmente consigues hacer al final".

Pero Loriente, autor del artículo Recetario para jóvenes concejales , no quiso terminar con una nota negativa. "Los 25 años pasados desde el 79 --opinó-- han sido magníficos para esta ciudad y ahora hay que dar otro salto adelante".