-Su candidatura no era ninguna sorpresa. ¿Por qué da el paso?

-No sería sorpresa para algunos, pero cuando uno toma la decisión es en un momento muy posterior al del ruido inicial que pudo tener. Uno no se plantea retos de esta naturaleza si no ha vivido y tiene experiencia con el servicio público y si no tiene una mínima vocación. Si no, es imposible. Si alguien hubiera querido presidir el PP desde otro escenario, estaría muy alejado del verdadero objeto de la política.

-Y se presenta con 3.000 avales. Toda una demostración de fuerza. ¿Quería así atemorizar a algún posible adversario?

-Rudi ha dejado un partido unido y cohesionado. Cuando decidimos dar el paso, hablé con las estructuras provinciales y entendieron que podían aceptar con buena intención el hecho de ir todos juntos de forma cohesionada y así lo hicimos. Fueron 3.000 pero podían haber sido menos o más, se trataba de demostrar que somos un partido unido, cohesionado, que va a coser bien sus procesos congresuales y que se va a dedicar a trabajar al 100%.

-Se considera el delfín de Rudi?

-No me considero delfín de nadie, pero debo estar muy agradecido a muchas personas de las que he aprendido mucho. De Luisa, desde luego. Pero también he aprendido muchísimas cosas de Pepe Atarés, que me dio la opción de tener mi primer cargo orgánico. De Gustavo Alcalde, con quien tengo una gran relación personal y es valiente y excelente. Pero de quien he aprendido ha sido de todos los alcaldes, concejales y militantes que estos años me han dado lecciones de muchas cosas.

-Le habría gustado una segunda candidatura para confrontar ideas?

-Quien legítimamente hubiese entendido que podía presentarse, podía haberlo hecho.

-¿Bermúdez de Castro?

-Roberto ya dijo que no se presentaba. Nuestras conversaciones son las de dos personas que hablan lo que es normal entre un presidente provincial y un portavoz. Hemos sido compañeros en el Parlamento y no hay problema en estos momentos con él.

-Volverá a ser un congreso plácido y sin sobresaltos. ¿Tan bien está el PP o no hay autocrítica?

-Tener esta unidad en vísperas de un congreso después de haber perdido el Gobierno es mucho más difícil que al revés. Y seguimos siendo la fuerza más votada en Aragón. Pero nuestra aspiración no es ganar. Es ganar y gobernar, y para ello vamos a dejar lo mejor de nosotros. Además porque hay algo evidente: que la izquierda en Aragón es un auténtico fracaso. Por eso, tenemos la obligación de decirle a la sociedad aragonesa que hay personas moderadas y de centro que creen en un Aragón diferente, que creen que hay que aplicarle más respeto a las instituciones y a la vida pública y que están dispuestas a dar la batalla en lo importante y no en lo circunstancial.

-¿Endurecerá su oposición?

-Es que nosotros no somos una oposición. Somos la oposición, porque somos la primera fuerza política. Por eso, igual que seremos absolutamente exigentes en el control al Gobierno, también seremos dialogantes, porque eso no te hace renunciar a tus principios, engrandece la política.

-Lo que no abandonará es la Alcaldía de Tarazona. ¿No es un esfuerzo añadido?

-Es un esfuerzo añadido, no cabe duda, pero lo contrario ni me planteo. Tarazona sigue siendo para mí una prioridad.

-Usted es popular en la provincia de Zaragoza, pero ¿qué va a hacer para conocer mejor y que le conozcan en Huesca y Teruel?

-En cuanto comience la andadura comenzaré a recorrer el territorio. Es una obligación estar con los aragoneses y conocer los problemas en vivo y en directo.

-¿Cómo valora la legislatura?

-Es la legislatura del chantaje, de pensar en lo orgánico en lugar del interés general y a la que se le ha dado demasiado espacio a la izquierda radical. Se ha perdido el tiempo. Nosotros pusimos unas condiciones muy sensatas y asumibles para desatascar la comunidad y Lambán no quiso ni escucharlas. Él sabrá qué camino quiere andar.

-Tal vez con usted como presidente cambien algunas cosas. Es sabida su gran relación personal...

-Que tengamos una buena relación puede influir en que las posibilidades de diálogo sean más fáciles. Eso sí, las posibilidades de acuerdo están muy lejanas. Nosotros seguiremos intentándolo.

-¿Es la Alcaldía de Zaragoza el garbanzo negro del PP? Llevan muchos años sin gobernar la ciudad...

-Es evidente que hay que hacer un esfuerzo. Pero estuvimos muy cerca de alcanzar la mayoría absoluta y seguimos siendo la primera fuerza. Creo que por méritos de unos y deméritos de otros, gobernaremos bastante pronto en Zaragoza.

-¿Con Jorge Azcón de alcalde?

-Es un portavoz magnífico y sería un alcalde magnífico, pero cada cosa a su tiempo. Serán decisiones de futuros procesos.

-¿Habrá cambios en Huesca y Teruel?

-Si dijese que no he hablado con compañeros, no diría la verdad. Pero no abriremos ningún proceso hasta resolver el regional.

-¿Cree que dada la situación, se agotarán las legislaturas en Aragón y en España?

-No me atrevo a pronunciarme. Creo que en Aragón se agotará la legislatura ahora que hay acuerdo por los presupuestos. Parece que en España si no hay acuerdo podría haber elecciones. Pero se escapa de mi competencia.

-¿Cuál sería su primera medida como presidente de Aragón?

-Cada cosa a su tiempo, no es el momento de eso. Pero lo primero que haría sería cambiar la estructura impositiva de Aragón.

-¿Su partido ha sido exigente contra la corrupción?

-No entro en los casos que son objeto de investigación judicial. En Aragón, el PP no ha tenido ni un solo caso, cosa que no pueden decir otros. Si los hubiera, actuaríamos con contundencia.