La doctora Piedad Arazo, jefa de sección de la Unidad de Infecciosos del hospital Miguel Servet de Zaragoza, lleva toda la vida tratando a pacientes con VIH, sida e investigando sobre la enfermedad. «Me inquieta mucho que sigan apareciendo nuevos casos, pero todavía más que no haya un perfil establecido, como hace años. Ahora cualquiera está expuesto», dice.

Arazo insiste, ante la «injusta estigmatización» hacia los pacientes, que el VIH «solo se transmite vía sexual», recalca. «Que quede claro: el contagio por convivencia cotidiana en casa o en el trabajo es imposible. Lo que pasa que es más fácil rechazar que informarse. Es así de triste», recalca Arazo. «Si se transmitiera de otra manera, yo tendría el virus». Respecto a los tratamientos, la doctora apunta que son «muy eficaces» y, actualmente, existe una pastilla (que se toma a diario) que contiene tres fármacos. «Aunque el futuro más inmediato pasa por un único comprimido con dos fármacos para reducir la carga química en el organismo de quienes deben tomarlo durante mucho tiempo», explica. También está previsto, para finales del 2019 o principios del 2020, un tratamiento inyectable. «Se esperan buenos resultados y sustituiría a las pastillas», dice Arazo. La doctora insiste: «El punto más importante es la prevención y el diagnóstico precoz. Los sanitarios somos una parte importante en esa concienciación», recalca.