Los datos no mienten. Durante la semana previa al puente del Pilar (del 2 al 9 de octubre) se registraron en la provincia de Huesca 561 nuevos casos de coronavirus, en la siguiente (del 9 al 16), 786, y, en la posterior (16 al 23) 1.364. En la de Teruel ha sucedido lo mismo y la serie pasa de los 370, a las 526 y los 899 en los mismos periodos semanales. La causa que ha provocado este incremento está directamente relacionado con las escapadas que se realizaron durante esos tres días festivos para disfrutar de unas no fiestas. El tráfico que se registró en las carreteras aragonesas, junto a los carteles de «completo» en los hoteles de las dos provincias, evidencian que los viajes acabaron por expandir el coronavirus en Aragón, especialmente la zona del Pirineo.

Durante los tres días de puente, las carreteras aragonesas fueron recorridas por 86.733 vehículos diarios que tenían como origen la provincia zaragozana, con un total de 346.930 coches en el puente, además de los del resto del territorio. Si se compara con las mismas fechas del año pasado, se registró un incremento del 14,69%. Solo el viernes 9 de octubre, la densidad de tráfico desde la capital aragonesa fue de 131.627 vehículos, con el Pirineo como destino principal.

TRAS LOS VIAJES / Ahora la comunidad sufre las consecuencias. Cierto es que la situación en Aragón no es un caso aislado, pero sí que ha acelerado su expansión. Tanto es así que el Ejecutivo autonómica confinó perimetralmente la semana pasada las tres capitales de provincia y el lunes lo hizo extensible a toda la comunidad.

Para entender esta decisión solo hace falta viajar por las estadísticas, que reflejan cómo estas escapadas han elevado las cifras de contagiados. En la semana previa al puente (del 2 al 9), la capital de la provincia oscense acumuló en esos días 276 nuevos casos, Jaca 12, Grañén 23, y Barbastro ya despuntaba con 91, fruto de varios brotes concentrados en centros residenciales. La semana posterior al puente (del 9 al 16), Jaca sumó en siete días 57 nuevos positivos, Grañén 59, Aínsa 10 y empezaban a dispararse en Biescas con 20.

Unos datos relativamente moderados si se comparan con la semana del 16 al 2 de octubre cuando en Jaca el acumulado de esos días ya fue de 157, el de Grañén de 68, el de Barbastro de 128 y aparecían Sabiñánigo con 50 o Castejón de Sos con 21. La capital de provincia ha pasado de una media de 270 contagios acumulados a la semana a los 380 de la pasada.

Los datos no mienten y tras el periodo propio de incubación del covid-19 las cifras se han descontrolado. Ha sucedido lo mismo en las provincias de Teruel y Zaragoza, aunque en esta última el coronavirus ya había empezado a expandirse por los municipios más cercanos. En el caso de Teruel, la semana previa al puente del Pilar, además de la capital con 157 positivos, Mora de Rubielos (25) y Alcorisa y Alcañiz (24 ambos) encabezaban en ránking. Del 16 al 23 de octubre Teruel sumó 433 positivos, Albarracín 81, Alcañiz 78, Cella 53 Calamocha y Calanda 26 y 25.

El corazón de las no fiestas del Pilar, la capital aragonesa, llegó a la semana no festiva con un acumulado (del 2 al 9) de 2.338 positivos nuevos. Entonces, en Zaragoza las estadísticas ya hacían temer lo peor, pero también en otras localidades como Ejea, que tras haber estado confinada perimetralmente (como Andorra), registraba 49. La Almunia (113), Utebo (62) o Épila (59) lideraban la lista que, dos semanas después, del 16 al 23, hacían junto a Alagón, con 96 casos nuevos solo en esos días, Zuera con 83, María de Huerva con 88, Illueca con 62, o Tarazona con 53.

Este último fin de semana, con las tres capitales de provincia confinadas y tras el anuncio de que Aragón pasó al nivel 3, el tráfico se redujo respecto al fin de semana anterior un 9% el viernes, un 41% el sábado y un 39% el domingo.