El secretario general de Podemos, Nacho Escartín, y la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, se integrarán en un órgano de «coordinación» y «supervisión» que enlazará el Consejo de Coordinación autonómico con la estructura municipal en Zaragoza, el Equipo Técnico. Este nuevo órgano, compuesto también por Iván Andrés, Miriam Ferrer y Charo GIménez, estrá facultado teóricamente para participar «ocasionalmente» en las reuniones de la organización a nivel municipal y participar «con voz, pero sin voto». Pero visto cómo se ha gestado, todo parece indicar que supondrá un mucho mayor peso de la estructura autonómica (con el beneplácito de la nacional) en las decisiones municipales.

La creación de esta nueva estructura llega después de la últimia polémica por la dimisión en bloque de seis integrantes de la estructura municipal de Podemos, que además pidieron reintegrase, pero cuya vuelta ha sido rechazada por Podemos Aragón por el «daño irreparable» que han causado sus actos.

ANTECEDENTE

Cronológicamente, según explicó la formación a través de un comunicado firmado por su secretario de comunicación, Carlos Arroyos, todo comenzó con una primera dimisión, la de la directora del equipo técnico zaragozano, Anais Cid, quien a su vez sustituyó hace unos meses a Guillermo Lázaro tras la polémica de su viaje a Nueva York. Cid se fue por motivos personales y de salud, conocidos en la formación, y se le agradeció su tarea.

Con su marcha, la dirección autonómica de Podemos, con Nacho Escartín al frente, apostó por mantener el mismo funcionamiento del equipo técnico, que aún contaba con una treintena de personas, hasta la convocatoria de la asamblea ciudadana municipal, que se celebrará tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Así se lo comunicaron a los implicados en una reunión celebrada este pasado lunes, 29 de octubre, en la que se les pidió que aclarasen si iban a continuar o no en el órgano y, en caso afirmativo, informasen de cómo querían organizarse. Además, la organización autonómica, de acuerdo con la nacional, propuso la creación de este órgano que actuase como enlace entre el Consejo de Coordinación de Podemos y el Equipo Técnico de Zaragoza.

Al finalizar la reunión, seis integrantes del equipo de Podemos en Zaragoza (Manuel Velasco, Javier Cabeza, Cristina Beltrán, Paloma Subías, Chelo Hernández y Esperanza Royo) anunciaron su dimisión, y a través de los canales de comunicación del partido se difundieron sus motivos, que en teoría tenían que ver con cargas o desgaste familiar y salud, como mucho alguna discrepancia sobre el «mal funcionamiento» del equipo municipal.

El consejo de coordinación no aceptó su renuncia de inmediato, sino que aplazó la decisión para la siguiente reunión, que tendrá lugar este lunes, 5 de noviembre.

Sin embargo, al día siguiente, el martes por la tarde, los seis dimisionarios se reunieron y «alguien» filtró la reunión. Un «hecho grave», expone Arroyos en su comunicado, más aun cuando los motivos que se filtran «distan de los expuestos en persona por las personas en sus escritos de dimisión, alegando tensiones por las primarias internas o el proceso a seguir hasta las elecciones de 2019». Unas revelaciones «irresponsables y reprochables, que son una falta grave de compromiso con el proyecto».

El mismo día, los seis enviaron mensajes al secretario de organización retractándose de su renuncia y pidiendo reintegrase en la estructura con las funciones que desempeñaban antes.

INADMISIBLE

Ante estos hechos, el consejo de coordinación adoptó la decisión de rechazar la reincorporación de estos seis dimisionarios, porque «dimitir en bloque y al día siguiente tratar de volver como si no pasara nada genera un daño irreparable al proyecto colectivo que es inadmisible». A juicio de los responsables de la formación morada, «estas dinámicas poco serias e irresponsables no se pueden consentir y normalizar en una organización seria».

Por ello, han decidido reorganizar el equipo técnico, manteniendo en él a las 22 personas que quedaban para desempeñar las mismas funciones que tenía el órgano, que en diez días tendrá que comunicar cómo se las reparte. En su desempeño tendrán ahora la supervisión de este órgano coordinador, con dos de los candidatos a encabezar la lista autonómica.