Las compuertas del azud de Zaragoza se abatirán durante un mes a partir del próximo domingo. Es el tiempo que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) necesita llevar a cabo un estudio sobre sedimentación en la zona y que tenían previsto haber iniciado ya a principios de año pero que, como por el bajo caudal del Ebro, retrasaron.

Ayer PP, PSOE y Ciudadanos preguntaron a la concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas, durante la comisión de Urbanismo y Movilidad sobre la «gestión activa» de esta faraónica infraestructura hidráulica que ZeC quiere poner en marcha. Según explicó Artigas, lo que se va a hacer es que, cuando el caudal sea inferior a 250 m³/s se establecerá un ciclo semanal de funcionamiento de manera que durante cuatro días se mantendrá la lámina de agua estabilizada para que los deportistas puedan entrenar, dos días las compuertas se mantendrán abatidas y el día restante se dedicará a las maniobras de subida y bajada.