El principal recinto de conciertos de las fiestas del Pilar, el Espacio Zity de Valdespartera, culmina hoy el montaje de sus carpas, a tiempo para que mañana comiencen las inspecciones técnicas. Sus responsables creen que el visto bueno podría llegar en cuestión de días, incluso esta misma semana, con margen suficiente para garantizar la apertura del puertas el próximo 5 de octubre. Así lo estimó Míchel Pérez, de Mph Eventos, que destacó que la instalación «ha cumplido con los plazos previstos».

Solo 24 horas faltan para que se cumpla con el margen de diez días exigido por el decreto de Espectáculos de la DGA, que establecía el 26 de septiembre como fecha límite para terminar el montaje e iniciar las inspecciones. Ahora, los trabajos proseguirán en el Espacio Zity referidos a la instalación de sonido, iluminación y otros ajustes técnicos que avanzan en tiempo para el estreno. Ahora aguardan la llegada del ingeniero del área de Servicios Públicos que supervise la construcción y dé luz verde a la misma, y del cuerpo de Bomberos para avalar el plan de autoprotección y evacuación.

Lo mismo que pasará otra de las instalaciones que tenía que estar antes del 26 y que ya luce casi terminada. A falta de montar las barras y dar los últimos retoques. Este año, además, no tendrán cocinas de gas ni de fuego, serán eléctricas, y estrenarán nuevos aseos. Falta por instalarse el circo, en el ferial, que se prevé levantar «en dos días» esta semana para pasar la inspección.

Es la última hora del recinto de Valdespartera, sobre el que versó la reunión celebrada ayer en el ayuntamiento, con los concesionarios y responsables técnicos. En ella, además, se explicó que el consistorio estudia habilitar una parcela de tierra contigua al aparcamiento asfaltado, que «duplicaría el número de plazas».

Aunque también se va a reforzar el transporte público. Las lanzaderas del Parking Norte se destinarán a Valdespartera, así como las brigadas de limpieza, que ahora viven con «incertidumbre» el efecto que puede tener que no abra el recinto de conciertos del Actur. El botellón se podría dispersar de forma descontrolada y eso dificulta la prestación del servicio de recogida y limpieza.