-Usted es uno de los cuatro físicos que ha propuesto un nuevo modelo que permite explicar los misterios del universo. ¿Cuáles son?

-Bueno, hay situaciones para los que actualmente no hay respuesta como qué es la materia oscura, por qué los neutrinos son tan ligeros y por qué hay más materia que antimateria.

-¿Cómo definiría en qué consiste su proyecto?

-Lo que hemos hecho ha sido coger varias propuestas realizadas por grandes teóricos, algunos de Japón y otros de EEUU, que tienen un denominador común: la partícula de Higgs, que es la elemental en el modelo estándar de física. Con todas esas aportaciones queremos resolver y establecer una propuesta más amplia, que complete ese prototipo fijo y, al final, poder explicar toda la expansión del universo.

-Entonces, con su idea se está más cerca de descubrir la materia oscura, por ejemplo.

-Por supuesto, aspiramos a conocer la materia oscura.

-¿Y cómo se imagina el futuro un experto como usted?

-Si todo se alinea y concuerda con nuestro modelo será algo espectacular. Los descubrimientos podrían ser revolucionarios para la física y el mundo en general. Vamos a hacer especulaciones sobre temas muy difíciles de comprobar.

-¿Especulaciones?

-Sí, son cosas por verificar. Ese es uno de los grandes problemas, pero también el punto a favor de esta propuesta porque al cazar muchas ideas hay cierta libertad. Es difícil saber qué pasará, porque las piezas deben encajar perfectamente, pero la suerte que tenemos es que el puzzle que ha surgido se puede comprobar. Así, estas cuatro o cinco predicciones que tenemos se podrán verificar en los próximos 5 o 10 años.

-Es investigador Ramón y Cajal en la Universidad de Zaragoza y también en el Instituto de Física Max Planck de Múnich. ¿El panorama laboral en Alemania es otra historia, no?

-Obviamente las cosas se ven diferentes que en España. Hay más seguridad y más ventajas. Si no consigo seguir aquí, me plantearía volver a Alemania. Incluso si me ofrecen la oportunidad de continuar no descarto el salir de España y recorrer otros países.

-¿Su inquietud y su curiosidad van acorde también con su peculiar imagen?

-(Se ríe) Quizás. Mi aspecto me ha generado muchas historias y comentarios graciosos con mis compañeros, pero como buen físico me importa bastante poco lo que la gente piense. Hay quien me hace bromas sobre mi pelo y demás. Es divertido.

-¿Le han dicho alguna vez se parece al violinista Ara Malikian?

-Sí, mi madre. También alguna amiga suya.

-¿Cómo le llega a usted el fervor por la física?

-Mi padre fue profesor de universidad, llevó una vida de investigador, y parte de mi talante está ahí. Siempre me generó curiosidad, algo innato en un niño que empieza a descubrir el mundo.

-Tanto le gustó que inició una trayectoria fulgurante…

-Bueno, hay muchas cosas cercanas y lejanas del universo y no soy el único interesado. Estudié en la Universidad de Zaragoza, pero cuando terminé me dije que no había satisfecho mis ansias por conocer, así que me fui a Barcelona con una beca. Allí me centré en la cosmología y en la física de las partículas. Conseguí una beca postdoctoral para continuar en Hamburgo y, con el doctorado ya, descubrí que la vida del investigador era la que más me gustaba. De allí me fui a Múnich y consolidé parcialmente mis grandes lagunas de conocimiento. Allí me abrí al mundo, porque en Zaragoza me dediqué a otras cosas como la música.

-¿No tocará el violín?

-No, se me da bastante mal (se ríe).

-¿Qué le dice al joven que piensa que la Física es aburrida?

-El niño por instinto es curioso, como lo fui yo, y quiero decirle a los padres que no les chafen sus ilusiones. Los críos necesitan de ejemplos y rodearse de gente que les inspire admiración por el entendimiento de las cosas a otro nivel. Los jóvenes deben disfrutar de la vida y aprender, porque además es su deber, pero que nadie les prive de su entusiasmo.

-Lo cierto es que la ciencia en España no pasa por su mejor momento de inversión y ayudas.

-A día de hoy, en España las cosas se están haciendo verdaderamente mal porque a los científicos no se les permite hacer ciencia, sino que tenemos que competir para demostrar que somos los mejores. El propio sistema nos hace rivalizar entre nosotros por la financiación. Es una carrera absurda para los pocos fondos disponibles.

-¿Cuál es la solución?

-Una financiación continuada permitiría desarrollar proyectos a largo plazo. Ahora el sistema no lo permite y se pierde mucho tiempo organizándonos y haciendo memorandos para que la gente luego no los lea. Es un desastre. No podemos planear cosas ni a dos años vista, hay que vivir el día a día. La política científica en España está siendo desatendida y valdría la pena plantearla con proyectos a largo plazo.

-¿A nivel mundial la situación está mucho mejor?

-La ciencia fundamental que estamos haciendo es necesaria, porque va a revertir en la sociedad. Es necesario invertir, porque el beneficio es para la humanidad.

-¿Siente usted que trabaja para la humanidad entonces?

-Los científicos proporcionamos una forma de ver el mundo muy positiva para el espíritu humano. Somos una comunidad cooperativa. Nos importa encontrar la verdad, que esta salga adelante. Y si nos equivocamos, asumimos los errores. Esta forma de vivir en sociedad es un ejemplo extraordinario para todo el mundo.