El diputado nacional de Teruel Existe, Tomás Guitarte, lamentó ayer en declaraciones a Efe que en los últimos años se han concedido muchos fondos europeos para la cohesión y el equilibrio territorial, pero que estos se han empleado «de forma errónea» ya que el resultado final ha sido «un incremento de las diferencias internas» en España. Guitarte participó en la localidad de Nieva de Cameros (La Rioja) en la reunión de la coordinadora de las plataformas contra la despoblación y que está formado por más de 120 colectivos de 23 provincias.

El turolense insistió en que se ha creado una España «muy desarrollada y otra muy poco» que ha quedado vaciada, por lo que exigió que se empiece un proceso de reversión de esa situación para que haya «igualdad competitiva entre los distintos territorios». En este sentido dijo que hay regiones donde la densidad de población es «inferior a dos habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que la población total que agrupan podría alcanzar los 6 millones de personas en un territorio que alcanzaría el 80% del país», señaló.

En cuanto al encuentro con el resto de plataformas, Guitarte subrayó que todas las entidades de esta coordinadora no están dispuestas a «dejar morir» sus territorios, por lo que si la política tradicional no actúa ante la despoblación rural, exigirán a los representantes que reaccionen y que la solución a este problema se convierta «en el tema fundamental de acción» durante la próxima legislatura

PACTO DE ESTADO

El diputado exigió otra vez un Pacto de Estado por el reequilibrio territorial acordado con el Gobierno y las fuerzas sindicales y económicas para «revertir» la situación. Así, explicó que ese pacto intentaría establecer un «mecanismo de financiación» para dedicar el 7% de la recaudación de los impuestos de sociedades, patrimonio e IRPF durante 30 años a financiar las infraestructuras que el Estado tenía previstas, «pero que nunca ha ejecutado» en los territorios despoblados, dijo.

Guitarte consideró que el movimiento por el equilibrio territorial hasta ahora «había estado dormido» porque no se había puesto ni en la agenda ni en el debate político hasta la manifestación del 31 de marzo.