Tres hombres fueron detenidos el pasado miércoles como presuntos autores del robo de un bar en la localidad de Terrer del que huyeron precipitadamente en un coche de alta gama tras advertir la presencia de una patrulla de la Guardia Civil. Los agentes lograron interceptar a los tres sospechosos en Calatayud, después de una espectacular persecución en la que estos llegaron a invadir la cuneta para eludir una barrera de vehículos de la Policía Nacional.

A los detenidos se les incautaron monedas de diverso valor fruto de la fractura de los cajetines recaudadores de las máquinas recreativas que había en el bar, así como herramientas utilizadas en el robo.

Uno de los ocupantes del vehículo interceptado, de la marca BMW, intentó ocultar una bolsa con dinero arrojándola a los bajos del vehículo, maniobra que fue observada por los agentes, que recuperaron en el acto las monedas.

Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado día 10 y para su detención se desplegó un amplio dispositivo en el que participaron miembros de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local.

Los hechos se produjeron a las 5.02 horas del pasado día 10, cuando el servicio del 091 de la Policía Nacional de Calatayud recibió un aviso de la Guardia Civil de Zaragoza en el que solicitaba el control de las vías de acceso a Calatayud ante la reciente comisión de un robo con fuerza en un establecimiento hostelero de Terrer, cerca de la autovía de Madrid (A-2).

La central de alarmas que gestiona el sistema de seguridad instalado en el bar de Terrer, a siete kilómetros de Calatayud, había alertado previamente de que uno o varios intrusos se habían introducido en el local.

Cuando una patrulla de la Guardia Civil llegó al establecimiento en cuestión, los presuntos autores del robo huyeron precipitadamente del lugar, por lo que se ordenó el cierre inmediato de las vías de escape más cercanas.

Los sospechosos decidieron huir en dirección a Calatayud, desesperados al ver que les seguían varios vehículos policiales y que otros estaban apostados en los cruces de carretera.

La persecución tuvo un abrupto final cuando la Guardia Civil consiguió interceptar el paso de los ladrones y bloquearlo en medio de la calzada, en un punto conocido como fuente de los Ocho Caños.