Las empresas aragonesas encararán el comienzo del curso con «inquietud» y algunas dudas sobre el escenario político que se presenta a la vuelta del verano, según reconoció ayer el presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita. Estos condicionantes pueden marcar parte de las expectativas de las compañías de la comunidad y, por tanto, de la contratación en los próximos meses.

«Existe un riesgo cierto de ralentización de la creación de empleo y de la inversión», aseguró el responsable de las pymes, que también señala la volatilidad del mercado laboral en los últimos meses. En este sentido, López de Hita incidió la sorpresa que produjo el incremento del desempleo en el mes de julio, según los datos publicados la semana pasada por el Ministerio de Empleo.

El responsable de Cepyme Aragón expuso que «la inseguridad política» como consecuencia de la falta de Gobierno central provoca la retracción del consumo pero también de la inversión». Por todo ello, López de Hita apostó por un marco «viable, estable y productivo» para dar una mayor seguridad a las empresas.

En cuanto a la evolución de la contratación indefinida en la comunidad, puso de manifiesto que «la empresa que funciona bien y conoce a sus trabajadores apuesta por una contratación estable», que se traduce en muchos casos en la conversión de trabajadores temporales en indefinidos. «A nadie le gusta tener empleados con puestos de trabajo precarios», subrayó López de Hita, que aboga por la «continuidad» de las plantillas.

Pese a ello, los datos del Ministerio de Empleo revelan que de los casi 65.000 contratos firmados en julio en la comunidad tan solo el 6,83% (4.440 fueron) fueron indefinidos. Solo Baleares, Cataluña y Madrid rebasaron la barrera del 10% de contratación indefinida.