En el segundo día de campaña de actualización de los bonobuses, las filas volvieron a ser las protagonistas aunque se consiguió reducir el tiempo de espera. En Gran Vía, donde el lunes se agolpaban más medio centenar de personas, ayer apenas superó la treintena durante la mayor parte del día. Según el gerente de Tuzsa, Antonio González, "el primer día siempre es un poco caótico pero conforme avanza la campaña se gana en fluidez".