Los empresarios confían en que la entrada en la nueva normalidad suponga una reactivación de su negocio. A pesar del gran impacto que la pandemia está teniendo en el sector, tienen la esperanza de empezar a curar sus heridas, siempre y cuando no haya un gran rebrote del virus que obligue a otro confinamiento y a una nueva situación de ingresos cero.

El turismo rural aragonés espera colgar el cartel de completo a partir de hoy al permitirse la movilidad entre comunidades autónomas. En los últimos días, los ciudadanos ya empezaron a mostrar interés por contratar sus vacaciones en zonas naturales y con baja densidad poblacional, aunque algunos esperan la entrada en la nueva normalidad para hacer sus reservas, según la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur).

«Todo está funcionando bastante bien», asegura su presidente, Jesús Marco. «Hay muchas reservas para los próximos meses», apunta, pero junio está «un poco flojo» por las escasas reservas que ha habido hasta ahora de viajeros aragoneses. «Para julio y agosto tenemos muchos huecos todavía, pero hay mucha gente pidiendo información, aunque mientras no se sepa exactamente lo que va a ocurrir no todo el mundo hace reservas. Creemos que estos dos meses colgaremos el cartel de completo», explica.

Las agencias de viajes también confían en remontar el vuelo tras el duro varapalo sufrido. «Somos el primer peldaño del turismo y por ello lo más golpeados, ya que estamos desvendiendo lo vendido desde hace más de siete meses, siendo espectadores de una situación realmente inédita», afirma Jorge Moncada, presidente de la asociación zaragozana de este sector.

«La llamada nueva normalidad lógicamente debe de llevar más movimiento de personas, eso hará que también nosotros notemos que nuestras ventas comiencen a realizarse», añade. A pesar de ello, considera «imposible que el turismo remonte en dos meses». «Tenemos muy claro clientes y agencias que no estaremos tranquilos hasta que aparezca una vacuna o tratamiento eficaz para este virus», concluye.

El estado de alarma redujo el transporte de determinadas mercancías. FOTO: CHUS MARCHADOR

EL 20% DEL TRANSPORTE SIGUE PARADO

El sector del transporte, considerado actividad esencial durante el estado de alarma, también sufrió el efecto del parón de la actividad. Hasta el punto de que, en la actualidad, el 20% de la capacidad logística de Aragón todavía no ha arrancado, según explica José Antonio Moliner, responsable de la asociación de transportistas Tradime. «Todavía estamos con expedientes de regulación temporal de empleo en el transporte», señala el chófer, que subraya que el cierre de la hostelería y el bajón de la producción industrial han supuesto un considerable descenso del trabajo para los transportistas. «Además, esta crisis ha acentuado los problemas que padece el sector de la logística», lamenta Moliner, que cita como ejemplos las denominadas empresas buzón y las cooperativas de falsos autónomos.

Las primeras son compañías españolas que tienen sus sedes en países del Este, donde contratan a sus chóferes por salarios muy inferiores a los de España (700 frente a 1.500 euros) y con unos costes de Seguridad Social asimismo muy bajos. «Estos conductores están días y días en la carretera, siempre de un lado para otro, muy explotados y malviviendo porque el sueldo no les llega para nada», indica Moliner.

En cuanto a los falsos autónomos, pueden suponer en torno a 8.000 vehículos circulando por las carreteras, «en unas condiciones de competencia desleal con la parte del sector que está debidamente regulada y cumple la legalidad», según el presidente de Tradime.

El transporte confía en ir remontando la situación a medida que se vaya regresando a la plena actividad en las industrias que requieren el uso de logística. Aun así, hay algunas empresas que han sido gravemente dañadas por las restricciones impuestas a la circulación, como el cierre de fronteras.

España y Francia mantienen un activo comercio de cereales. El país galo compra en Aragón trigo y cebada ecológicos y desde aquí se importa maíz, un producto en el que nuestro país es deficitario. Este flujo de grano se vio interrumpido cuando se bajó la barrera en la aduanas, que en el caso de la de Somport fue temporal, mientras que en Portalet y Bielsa se prolongó en el tiempo. Ahora, con la reapertura de las fronteras se volverá pronto al nivel de actividad anterior, pero llevará un tiempo cubrir las pérdidas ocasionadas por el parón.

La reapertura de las fronteras permitirá al sector recuperar una parte de la actividad perdida en estos meses

LAS PYMES PIDEN UN PLAN RENOVE

Las pymes, que son la esencia del tejido empresarial aragonés, ven con optimismo la entrada de Aragón y España en la nueva normalidad, ya que esto puede favorecer una reactivación de sus negocios, que en la mayoría de los casos se han visto seriamente afectados por el desplome de la actividad en estos tres meses que ha durado el estado de alarma decretado para frentar la pandemia del coronavirus. Así lo cree Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme Aragón, quien ve en la etapa que hoy comienza «un aspecto positivo», ya que supone la «posibilidad de abrir los cauces para que la economía se recupere y se relance».

No obstante, el líder de la patronal de las pequeñas y medianas empresas aragonesas sostiene que este no va ser un camino de rosas, debido al «riesgo latente y firme» que existe por la relajación general en el cumplimiento de las medidas de prevención frente a la covid-19 que se observa en la calle y los espacios públicos.

«Podemos volver a tener problemas serios de sanidad», advierte. «La educación, el sentido común y la prudencia van a ser fundamentales. La sociedad se debe dar cuenta que esto no está superado ni mucho más. El problema sigue ahí», subraya.

En su opinión, debe buscarse un equilibrio entre el mantenimiento de ciertas restricciones para evitar lo máximo posible los contagios de coronavirus y el relanzamiento de la actividad comercial y productiva, que es algo de urgente necesidad, dice, «porque la economía de las pymes se ha quedado muy quebrantada» desde que se declaró la crisis sanitaria en España.

«En estos meses se han ido acumulando pagos pero los ingresos en muchos casos se han ido a cero», explica. De hecho, lamenta, «algunas empresas no van a poder superar la crisis» sobrevenida con la pandemia y se verán obligadas a cerrar sus negocios.

Para ayudar a la recuperación de las pymes, que son la principal fuente de generación de empleo, López de Hita aboga por seguir poniendo en marcha ayudas, pero pide que sean «más eficaces» y no solo en forma de préstamos, porque estos son «pan para hoy y hambre para mañana». Por ello, el presidente de Cepyme Aragón propone que se activen «ayudas directas al consumo», es decir, «un plan renove general» para incentivar las ventas de todos los sectores, al igual que el lanzado esta semana por el Gobierno central para impulsar la compra de coches.