La estación ferroviaria de Calatayud sufre "graves" deficiencias eléctricas que provocan que se quede sin luz cada tres días. Un demoledor informe del servicio de Industria y Energía del Gobierno de Aragón revela que el centro de transformación, puesto en servicio hace poco menos de un año con la línea del AVE, sufre todo tipo de anomalías y carece de medidas de seguridad básicas.

El documento oficial de la DGA, al que ha tenido acceso este diario, se basa en una inspección efectuada el pasado junio, pero no se han adoptado medidas correctoras hasta el momento. La situación ha llevado a movilizar a los trabajadores y ahora el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), la sociedad estatal de la alta velocidad, asegura que arreglará las deficiencias "de forma inmediata". La normativa fija un plazo máximo de seis meses.

El informe recoge hasta 41 "defectos" en diferentes elementos del centro de transformación eléctrica anexo a la estación de Calatayud, cinco de los cuales son calificados de "graves" y un sexto de "muy grave". En el documento se llegan a tildar las humedades detectadas de "inadmisibles" y pone en evidencia el "defectuoso" sistema de seguridad de puesta a tierra y la falta de protecciones "adecuadas" en el transformador. También hay fusibles "en mal estado", elementos "averiados"y con "síntomas de sobrecalentamiento".

La inspección, realizada por una empresa autorizada --T V Internacional--, también detectó que la ventilación está "defectuosa o en mal estado" y que los extintores no son los adecuados.

DEPENDENCIAS Las anomalías del centro transformador, construido por Corsan-Corviam con la asistencia de la consultora Aepo y bajo la dirección de Carlos Juárez, afectan directamente a la terminal de pasajeros situada a unos 300 metros y al edificio técnico del GIF. Este último acoge uno de los puestos auxiliares del centro de mando del AVE.

El deficiente funcionamiento se empezó a registrar ya en febrero del 2003, con los viajes promocionales de la línea del AVE Madrid-Lérida, aunque los problemas se han ido recrudeciendo conforme pasaban los meses y no se adoptaban medidas correctoras. Fuentes ferroviarias apuntaron a este diario que "ya es costumbre" que la estación se queda sin luz "durante horas" de forma "variable y aleatoria". De hecho, la estadística de los meses de julio y agosto recoge hasta 20 días con apagones .

La situación llegó hasta el punto de que los funcionarios exigieran soluciones, preocupados por la "seguridad" de la plantilla. "El estado de las instalaciones es muy grave. Falta la toma de tierra y el agua se cuela en la sala de los cables de alta tensión, que debe ser totalmente estanca", señalaron fuentes de Renfe.

El GIF aseguró el viernes que revisará "de cabo a rabo" las instalaciones y subsanará "cualquier deficiencia" que afecte a la seguridad de los trabajadores y de la terminal.