La estación de Delicias cumplió ayer su primer año de servicio en precario a los usuarios del ferrocarril, que siguen teniendo los mismos problemas para acceder y continúan encontrándose con el entorno vallado y a medio ejecutar. Lo único que ha cambiado es que todos los trenes entran en la terminal --hubo transbordos con dos estaciones para poder abrirla en campaña electoral-- y que se ha estrenado la alta velocidad. Los acabados de la superestación --incluida la climatización y la plaza junto a la avenida Navarra-- aún deben salir a concurso y se alargarán dos años. Por su parte, la sociedad Zaragoza Alta Velocidad escogió el martes a tres empresas para que pujen por ejecutar las obras de la rotonda de acceso, que no estará lista hasta septiembre.