El actual proyecto de ampliación de Cerler aumentará de 77 a 105 kilómtros la superficie esquiable de la estación más alpina de Aragón. Las obras para conectar con el valle de Castanesa costarán unos 40 millones de euros e incluyen la construcción de cuatro remontes, una carretera de siete kilómetros hasta el frente de nieve y un aparcamiento como infraestructuras principales, según el estudio técnico elaborado por Aramón (participado al 50% por la DGA e Ibercaja). El primer remonte podría estar operativo en la campaña 2020-2021, pero el proyecto global durará al menos cuatro años.

Los empresarios turísticos de la zona insisten en que la ampliación es «clave» para impulsar la competitividad de la estación. «Los aficionados apuestan cada vez más por pistas con más kilómetros esquiables», asegura el presidente de la asociación empresarial Valle de Benasque, José María Ciria.

Eso sí, la actual ampliación es mucho menos ambiciosa que la que se diseñó antes de la crisis económica. Ese proyecto superaba los 300 millones de euros y estaba ligado a un plan urbanístico de recalificación de 50 hectáreas propiedad de Aramón para financiar las obras con las plusvalías. Ese plan se topó con la crisis y con los tribunales, ya que el Supremo anuló el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Montanuy, un municipio de apenas 200 habitantes donde se preveían construir 2.500 viviendas.

¿DESARROLLO O ESPECULACIÓN?

De hecho, algunos vecinos, ecologistas y representantes políticos consideran que en el fondo se trata de una macrooperación urbanística encubierta y de un intento de salvar las cuentas de Aramón.

Con todo, desde el Ayuntamiento de Benasque se insiste en que el actual proyecto nada tiene que ver con el de hace casi 15 años, ya que «es sostenible económica y medioambientalmente» en una zona con garantías de nieve gracias a la altitud.

«No creo que haya muchos proyectos con tantos estudios ambientales», subrayó la alcaldesa de Montanuy, Esther Cereza. Respecto a un nuevo PGOU, Cereza dijo que cuando sea necesario por el aumento del desarrollo se redactará. «Cuando llegue ese día nos adaptaremos a los tiempos», indicó.

El primer remonte que se pondrá en marcha arrancará desde el collado de Basibé, a 2.380 metros de altitud, donde actualmente está la última pilona de la estación de Cerler.