El Consejo de Ministros acordó ayer declarar como Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil la provincia de Teruel por las consecuencias de la gota fría. Registrada entre el 18 y 21 de octubre, provocó el desbordamiento de varios ríos, como el Turia, en la capital provincial, donde dificultó el tráfico en la parte baja, y el Mijares, que dejó aislado un barrio del pueblo de Olba con 30 residentes.

La declaración también afecta a las provincias de Málaga, Sevilla, Cádiz, Valencia, Castellón, Tarragona y las Islas Baleares, que sufrieron daños por lluvias y desbordamientos.

Así lo anunció ayer la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, quien explicó que se han aprobado exenciones fiscales en el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para las ayudas personales.

Explicó que, aunque todavía no se han terminado de cuantificar los daños en las zonas afectadas, sí se reconoce que son de una magnitud suficiente como para justificar la activación de las ayudas dispuestas en el Real Decreto 307/2005, del 18 de marzo.

Calvo informó que las ayudas servirán para paliar daños personales y materiales en vivienda y enseres, así como para resarcir a los titulares de establecimientos industriales, mercantiles, agrarios, marítimo-pesqueros y turísticos, entre otros servicios. Asimismo, se establecerá un régimen de ayudas para las corporaciones locales y se compensará a aquellas personas físicas o jurídicas que contribuyeran con prestaciones personales y de bienes a los trabajos de emergencia tras las lluvias.

Para Calvo, la respuesta del Gobierno se ha hecho con la «agilidad y responsabilidad con la que debemos coordinarnos las administraciones», con las comunidades autónomas como primera competencia. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las lluvias registradas el pasado mes fueron casi 25% superiores a los valores normales y habituales de esta época del año. En algunos casos, como en las provincias de Teruel, se llegaron a triplicar los valores normales. Lo mismo sucedió, por ejemplo, en Castellón o en Tarragona o en la costa de Almería, apuntaron desde la Aemet.

Un total de 75 municipios han reclamado ayuda para el arreglo de caminos y otros diez para reparar infraestructuras municipales afectadas por el último episodio de gota fría.

ACTUALIDAD

A día de hoy en Olba siguen tratando de recuperar la normalidad ya que continúa habiendo urbanizaciones cuyo acceso continúa siendo impracticable. Las fuertes tormentas registraron graves incidencias en varias carreteras de la provincia, tanto de la red nacional como de la autonómica y la local, con un total de tres personas rescatadas al ser arrastrados sus vehículos por la corriente.

La Diputación Provincial de Teruel tuvo que movilizar a siete de sus equipos formados por 21 personas y tres coordinadores, además del personal de apoyo, con un importante despliegue de maquinaria para la retirada de las piedras, la tierra y los árboles caídos sobre el asfalto.

En la N-234 se formaron balsas de agua en la calzada entre los kilómetros 135 y 138, en Cella, lo que provocó que varios vehículos se salieran de la vía.

La carretera de Teruel a Cuenca, la N-330, también sufrió las consecuencias del temporal al registrarse corrimientos de tierras que irrumpieron en la calzada en el kilómetro 291,4, en Villastar. También se cerró al tráfico la vía entre Aliaga y Ejulve al crecer el Guadalope.

Además, se produjeron desprendimientos en numerosas carreteras, entre ellas la que une La Portellada con Ráfales y la de Alcorisa a Molinos. Por si fuera poco, varios ríos crecieron aunque las amenazas se diluyeron poco a poco.