Tras el día de la conmoción llegó la tristeza a Bronchales, según explicaba ayer el alcalde, Francisco Nácher. "Estamos muy tristes pero apoyamos a Daniel, no haría daño a una mosca", afirmó. La tesis de un brote psicótico le fue confirmada ayer por los padres del detenido, que explicaron que al parecer había dejado de tomar la medicación paulatinamente --desde que, en 1999, otro brote le llevase a robar un coche--, porque ya se encontraba bien. "Ha tenido que ser eso, porque un terrorista desde luego no es", insistía Nácher, "no está en ninguna banda". Sus padres, "muy tristes", esperaban la decisión del juez sobre el destino inmediato del detenido.