Una de las virtudes del estudio de la flora pirenaica es que permitirá evaluar los efectos negativos que el cambio climático puede suponer para la diversidad vegetal de la cordillera. De hecho, uno de los objetivos del trabajo de recopilación ha sido seleccionar las especies indicadoras del calentamiento global por su mayor vulnerabilidad. No en vano, de las 4.300 plantas censadas más de 300 son exclusivas (endémicas) del territorio.