El nuevo periodo de sesiones en las Cortes de Aragón comienza con una polémica habitual en las últimas legislaturas. Un veto del partido mayoritario a una comparecencia solicitada por el PSOE para que la presidenta de Aragón explicara su postura sobre la reforma de la ley del aborto ha vuelto a rescatar la guerra entre partidos que apoyan al Gobierno y partidos que ejercen su labor de control sobre la forma de ordenar los temas y las intervenciones en los plenos de las Cortes. La pasada legislatura, el PP denunciaba prácticamente cada dos semanas, la "bunkerización" que a juicio del entonces portavoz, Eloy Suárez, hacía el Gobierno de las Cortes al vetar numerosas iniciativas parlamentarias y peticiones de comparecencia e información.

Este es un hecho objetivo porque así sucedía, aunque las tornas cambian y son siempre bien distintas según qué bancada se ocupe. En tres años de legislatura, el PP ahora en el poder, ha ejercido hasta siete vetos a otras tantas solicitudes de comparecencia, aplicando los criterios que antes criticaba. La primera ocasión fue el 16 de noviembre del 2011, en la que se pidió sin éxito que Rudi explicara un informe sobre la igualdad de la mujer.

El 19 de abril del 2012, cuando se impidió que Rudi explicara la repercusión que podía tener en Aragón el ajuste de 10.000 millones que el Gobierno central aplicaba en educación y sanidad y en mayo del 2013 no explicó los malos datos de la Encuesta de Población Activa. Seis meses después, tampoco quiso aclarar por qué se retrasaba la presentación de los presupuestos. Además de la más reciente sobre el aborto, el PP --en ocasiones con el apoyo del PAR-- tampoco ha permitido que Rudi informara sobre la reforma de la ley de Administración local y la ley de evaluación ambiental.

Siempre hay una justificación, que puede resultar más o menos lógica, para defender un veto. Desde la clásica que alude a que es el juego de las mayorías, a otras más concretas. En el caso de la negativa a explicar su posición sobre la ley del aborto, el PP explica que para ese mismo pleno ya había cuatro iniciativas parlamentarias --aceptadas-- para hablar de este asunto.

"La presidenta no tiene ningún problema en explicar una vez más y en sede parlamentaria su posición conocida sobre el aborto. Pero en ese debate ya se tratará sobre esta cuestión hasta en cuatro ocasiones. Además, es más que probable que se vuelva a solicitar su comparecencia para otro pleno y no habrá ningún problema en aceptarlo", indican fuentes populares.

Y es cierto que, a pesar de los vetos, Rudi --cuya agenda pública y su cercanía con los ciudadanos es más bien escasa-- no ha tenido demasiados problemas en comparecer en las Cortes para atender los requerimientos de la oposición. Y sale mejor parada que su antecesor, Marcelino Iglesias. Al menos en cuestiones numéricas. Este compareció en siete ocasiones la pasada legislatura y Rudi ya le dobla en intervenciones, a falta de un año de legislatura. Durante los próximos doce meses, antes de que se disuelva el Parlamento para elegir de nuevo un presidente, seguro que se multiplican estas polémicas acerca de la oportunidad o no de que la presidenta intervenga en las Cortes.

El periodo Rudi

Hasta el momento, Rudi ha intervenido para explicar las relaciones institucionales entre el Gobierno de Aragón y el de España, hasta en cinco ocasiones para explicar las líneas del Ejecutivo para reactivar la economía, por los recortes en sanidad, la reforma local y los compromisos presupuestarios, así como por la política de inversiones.

Iglesias, por su parte, respondió acerca de la compatibilidad de su cargo de presidente con la de secretario de organización de su partido, sobre reajustes en el gasto, la política de infraestructuras, los motivos por los que cedió ante un trasvase a Barcelona o la política de infraestructuras. Esta legislatura, la economía y los asuntos sociales han copado la mayoría de las intervenciones requeridas a la presidenta, que además ha respondido a más de 66 preguntas directas de la oposición, que cada mes tiene derecho a hacerle una por partido (PSOE, CHA e IU) para que las responda de viva voz.