Los usuarios de las piscinas públicas de Zaragoza han vuelto a abrir el debate sobre la necesidad de prolongar el calendario de la campaña estival más allá de la primera semana de septiembre. Ayer, en las instalaciones que aún quedan abiertas en la ciudad se escucharon los argumentos repetidos temporada tras temporada.

Mientras unos defienden que el agua se mantenga hasta el inicio del curso escolar a mediados de septiembre, otros reconocen que el uso que se hace de estos espacios en septiembre baja y que el tiempo se vuelve "más inestable".

Mercedes, una ciudadana de Madrid que ayer pasaba la tarde junto a sus hijos en el centro deportivo Gran Vía, es partidaria de la ampliación del calendario. "Se trata de un servicio público que nos permite tener a los niños ocupados hasta la vuelta al cole. Me ha sorprendido encontrarme cerrada la piscina del Parque de Atracciones pero más aún, llamar al teléfono 010 de información del ayuntamiento y oír que la de Salduba la acababan de cerrar. En Madrid están abiertas hasta el 15 de septiembre", comentaba.

Una trabajadora del centro de Gran Vía reconocía que al cerrarse la piscina de Salduba, se había notado ayer un ligero incremento de los usuarios. "Normalmente, en julio y agosto, se registran unas 800 entradas diarias. El martes se bajó a 450 y el lunes apenas se superaron las 300", recordaba.

Ahora, tomar el sol

El cierre de las piscinas sólo afecta al acceso a los vasos. La mayoría de las instalaciones permanecen abiertas todo el año para que los ciudadanos puedan tomar el sol sin tener que pagar entrada. "Lo único que no se permite es hacer uso del agua y las duchas ni tumbarse en el césped. Sólo se autoriza el acceso a las terrazas y la superficie blanca conocida como arena", explican en el centro deportivo de Gran Vía.

Mari Carmen es una de las zaragozanas que acude regularmente a tomar el sol a las instalaciones. Se muestra comprensiva con el cierre en la primera semana de septiembre. "Todos los años sucede lo mismo, en cuanto llega el 1 de septiembre se cierran las piscinas. Lo veo normal porque viene muy poca gente, empieza a hacer fresco y mantenerlas abiertas no sale rentable", comenta. Dice que la noticia no le ha sorprendido. "Ya se sabía la fecha en la que iban a cerrarla, por los carteles", añade.

Lo mismo opinaba una vecina de La Cartuja, barrio rural donde también se ha cerrado la piscina. "No se entiende el motivo de tanto revuelo cuando en mayo ya anunciaron las fechas de cierre", dijo. No obstante, reconoció que no estaría de más ampliar el calendario de cara al próximo año.