Las aspiraciones del Gobierno central de conseguir financiación de la UE para el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y su obra estrella, el trasvase del Ebro, sufrieron ayer un duro revés. La Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea redactó el pasado 20 de febrero un informe en el sostiene que existen dudas sobre el proyecto y que no es recomendable que la UE los financie, según anunció anoche en Barcelona el candidato de ICV al Congreso por Barcelona, Joan Herrera. Se da la circunstancia que la consejería de Medio Ambiente de la Generalitat está ocupada por ICV.

La dirección general, que depende de la comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström, redactó el informe sobre el trasvase como parte del proceso para responder a la solicitud de fondos comunitarios que realizó el pasado diciembre el Ejecutivo de José María Aznar. El Gobierno central pretende pagar con cargo a la UE el 30% de los 4.200 millones de euros (casi 700.000 millones de pesetas) que --según los cálculos oficiales-- costará la obra.

El documento, suscrito por la directora general, Catherine Day, sostiene que no está claro que la obra tenga un beneficio medioambiental suficiente para merecer los fondos de cohesión comunitarios. En el informe se agrega que se han sobrevalorado las ventajas del trasvase y que, por el contrario, se han subestimado sus costes. Asimismo, considera que no se ha probado que haya suficiente agua para cubrir la extracción de agua del Ebro.

IMPACTO AMBIENTAL El dictamen comunitario hace un repaso pormenorizado de los problemas que, a juicio de Day, acarrea el PHN. La directora general de Medio Ambiente expresa sus dudas de que el beneficio medioambiental en los ramales del trasvase que llevan a Catalunya y al Júcar "tengan que ser apoyados con dinero del fondo de cohesión".

Además, el departamento responsable del informe subraya la "incertidumbre" sobre el caudal que habrá en el bajo Ebro en el futuro. También destaca que no se conoce el régimen de gestión que será necesario para proteger la zona final del río y su delta. Y sugiere que, que de llevarse a cabo el trasvase, se podría infringir las directivas comunitarias, ya que se pondrían en peligro de varias especies animales.

En el texto se menciona el riesgo de que las especies invasoras (como el mejillón cebra) ocupen otras cuencas, algo que la normativa europea quiere evitar. "El proyecto no ha tratado esta cuestión desde un punto de vista satisfactorio. No se han propuesto soluciones reales", argumenta el documento.

CAPACIDAD El informe alerta de la falta de datos sobre la capacidad de almacenamiento de las cuencas receptoras para guardar el agua de invierno, ya que en los meses de verano se interrumpirá la detracción de agua del Ebro. El informe revela también que ha habido "elementos esenciales" que no se han presentado a consulta pública.