El sector del automóvil camina con pies de plomo en este 2019. Las malas perspectivas económicas de los principales países europeos -los grandes destinos de las plantas de producción ubicadas en España- han comenzado a impactar en la fabricación de vehículos. De hecho, la factoría de Opel España ha reducido su previsión de producción para este año en unas 8.000 unidades, según pudo saber este diario. No obstante, las estimaciones hablan de un volumen de actividad más que notable en Figueruelas, con más de 465.000 coches previstos en el 2019.

El buen momento del Corsa, pese a estar al final del ciclo de su vida, la llegada de la nueva generación de este modelo a finales del 2019, y la grata acogida de vehículos como el Mokka X y el Crossland X garantizan casi la plena capacidad productiva en la factoría aragonesa.

Sin embargo, es difícil escapar a la coyuntura que viven países como Italia, que acaba de entrar en recesión, y Alemania, que se salvó de la misma por los pelos en el último trimestre del 2018, con un crecimiento del PIB del 0%. A ello, hay que sumar la incertidumbre que genera el brexit y su imprevisible resolución. Estos tres países, Italia, Alemania y Reino Unido, son el principal destino de los vehículos que salen de la plantade Zaragoza.

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), ya advirtió hace solo unos días en París que las ventas de automóviles de la Unión Europea (UE) se estancarán en los niveles del 2018 en términos de unidades vendidas, manteniéndose cerca de los 15 millones registrados el año pasado, según las nuevas previsiones de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). Para la patronal europea, en el mejor de los casos, un mercado de automóviles estable en la UE, con un crecimiento inferior al 1%.

GRANDES DESAFÍOS

Su presidente y consejero delegado de PSA, Carlos Tavares, advirtió de los «desafíos» que existen en el futuro más inmediato. Entre ellos destacó «cumplir con los estrictos objetivos de CO2 para automóviles y camionetas, tanto para 2020 como para los objetivos posteriores a 2020 acordados recientemente, la posibilidad inminente de un brexit sin acuerdo y la amenaza siempre presente de aranceles para las importaciones de automóviles en Estados Unidos».

Otro de los problemas del sector es el desplome del diésel y la incertidumbre sobre el futuro de las motorizaciones, aunque Figueruelas parte con alguna ventaja sobre el resto de fabricantes nacionales. Su plataforma multienergía permite producir coches eléctricos, pero también de combustión.

Ayer, Figueruelas fijó el 22 de abril como día de vacaciones colectivas, por lo que la planta parará del 18 al 24 de abril.