Millones de personas que ahora son normotensas serán consideradas hipertensas si las guías europeas adoptan los valores fijados por la Asociación Americana del Corazón (AHA) y del Colegio Americano de Cardiología (ACC), que bajan de 140-90 a 130-80 la presión arterial considerada alta.

Así lo aseguró ayer Ernest Vinyoles, médico de familia en San Adriá de Besos (Barcelona), durante la reunión de la Sociedad Española de Hipertensión celebrada en Zaragoza. «En América la epidemia de obesidad es brutal» y de forma paralela la diabetes que, juntas, implican hipertensión», dijo. «Si Europa adoptara ese baremo tendría un enorme impacto en la salud pública, porque conllevaría millones de tratamientos y exploraciones que ahora no se hacen», reiteró. Según Vinyoles, mantener un estilo de vida adecuado es importante no solo para la salud sino para las patologías concomitantes.