Aunque la Lotería de Navidad no convierte a nadie en millonario (en euros), es un juego tradicional que se lleva celebrando desde hace 192 años. Curiosamente, el desembolso es superior al de otros juegos de azar, que sí convierten en millonarios a los agraciados con el máximo premio. Frente a los 57 euros de gasto por habitante en esta lotería en el 2003, cada español invirtió el año pasado en la Primitiva unos 52 euros y en la Quiniela, 13,37 euros. Además, como curiosidad, fuentes de Ventura 24 (empresa líder en la venta de lotería por internet) explicaron que el 22504 (número que hace referencia a la fecha del enlace entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz) se ha agotado.